La educación familiar busca equilibrar disciplina y afecto

Álvaro Fernández
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El Ayuntamiento, a través del programa de adicciones, y la Fundación FAD organizan este taller con el fin de desarrollar y mejorar habilidades parentales

Paco Montalvo, coordinador del Plan Municipal de Adicciones, es el ponente principal del taller de educación familiar. - Foto: P.C.

Dentro de la sociedad actual, las familias se enfrentan a desafíos que, aunque no son nuevos, se han intensificado debido a la rapidez de los cambios sociales, de forma mayoritaria asociados al auge tecnológico. Los comportamientos de los hijos reflejan, en multitud de casos, una búsqueda de identidad en un mundo marcado por las influencias digitales, las presiones sociales y la pérdida de valores tradicionales. Ésta es una tarea complicada de asumir para aquellos que, por ley de vida, son los referentes de los jóvenes, sus padres, puesto que, indirectamente, ellos también han de aclimatarse a las nuevas 'modas'.

Es por esto que los talleres de educación familiar sirven una herramienta para desarrollar esas habilidades parentales que, a día de hoy, muchos progenitores tienen serias dificultades de afrontar.

El Ayuntamiento, a través del Plan Municipal de Adicciones, coordinado por Paco Montalvo, y la Fundación FAD, ha organizado uno de estos talleres con el objetivo de apoyar a madres y padres, parejas que están esperando un hijo o incluso abuelos y abuelas, en la cada vez más complicada tarea de lograr una comunicación óptima con sus primogénitos y conocer herramientas y estrategias para abordar su educación de forma positiva. «No solo buscamos dotar a los padres de estrategias para afrontar las dificultades del día a día, también queremos que aprendan, mediante la práctica, a generar actitudes de cambio que mejoren el ambiente familiar», subraya Montalvo. 

Los talleres comienzan mañana en el Centro Joven, y este año han recuperado la modalidad presencial que se perdió durante la pandemia, lo que los asistentes pedían de manera reiterada, debido a que «había un distanciamiento y se perdía la sensación de cercanía». 

La primera ponencia será ofrecida por Paco Montalvo para conocer los casos de aquellos que se animen a ir, aunque no siempre es tan fácil. «Hay gente que no acude por miedo a ser juzgada y porque piensa que por venir aquí ya tiene un problema, pero aquí puede participar libremente quien quiera, porque, si algo caracteriza al taller, es la metodología participativa de doble dirección», recalca Montalvo. 

Uno de los aspectos a tener en cuenta dentro de los talleres de educación familiar es la falta de comunicación, y eso se traslada a la aparición de conflictos, ya que muchas veces, internet se adueña de los jóvenes y cada vez antes. «El problema con internet, a diferencia de otras adicciones, es que es necesario en nuestra vida, y por ello no lo puedes prohibir, aunque es conveniente una buena gestión del tiempo», explica Montalvo, que tiene claro cuál es el problema cuando se gestiona un conflicto. «A la hora de establecer normas y límites, el problema no es ponerlas, es cumplirlas, porque la constancia en esa toma de decisiones es lo que cuesta entre las partes», matiza.

Asimismo, los talleres se crearon para que los padres analizasen la situación, reflexionasen y le diesen una vuelta para lograr el fin principal, que no es otro que conseguir que haya una gran confianza, afecto y una comunicación óptima con sus hijos, lo que desemboque en unos estrechos lazos de unión.