Los ecos de la última visita de Robe (Plasencia, 1962) a Cuenca siguen sin apagarse y apenas dos años después regresa a la capital dentro de su exitosa gira Ni Santos ni Inocentes. El extremeño, todo un ejemplo a seguir del rock patrio, aterriza este sábado con su banda y toda su fuerza del directo en el estadio de La Fuensanta (21,30 horas) con los temas de Se nos lleva el aire como tarjeta de visita. También sonarán canciones de sus discos anteriores en solitario, así como de su etapa al frente de Extremoduro. Dicen que no le gustan las entrevistas, pero tras hablar con él eso suena más a leyenda urbana que a otra cosa. Al otro lado del teléfono, Robe habla de emocionar a través de sus canciones, de disfrutar del presente, de su manera de ver la vida y, por encima de todo, lo mucho que le motiva lo que hace.

¿Qué sensaciones te está dejando la gira de Ni Santos ni Inocentes?

Esta yendo todo muy bien y creo que la gente la está disfrutando mucho. El disco nuevo también ha gustado mucho y me sorprende cómo canta la gente las canciones, es como si las conocieran de siempre

¿Qué va a ver el público conquense? Imagino que sonarán temas de discos anteriores y también de Extremoduro…

Sí, sobre todo tocaremos las canciones de Se nos lleva el aire, pero también habrá de los dos primeros discos y de Mayéutica, el anterior trabajo, pero no lo podemos tocar entero porque nos comemos medio concierto. Y claro, canciones de Extremoduro que he hecho a lo largo de mi vida que como hay tantas las vamos variando de un concierto a otro. Intentamos meter las canciones que quiere escuchar todo el mundo pero también sorpresitas, canciones que no son tan famosas.

¿Por ejemplo?

Vamos variando mucho y ningún concierto es igual. No sé las que tocaremos en Cuenca pero ya te digo que no hacemos ningún concierto igual.

¿Cuál crees que es la razón de que tengas un público tan fiel y entregado?

No lo sé. Quizá no sea yo el más indicado para contestar a esa pregunta. Intento trabajar sin presiones y sin sacar nada de lo que no esté satisfecho porque al final no te puedes fiar de nada más que de lo que a ti te gusta. Intento ir sacando trabajo con los que me quede totalmente satisfecho.

¿Desde la separación de Extremoduro sientes que cada uno de tus trabajos en solitario es mejor que el anterior?

Eso es lo bueno, que te guste más lo último que vas haciendo. Es lo que más alegría me da, que me vaya gustando más lo último. Si fuera por nosotros tocaríamos este último disco y Mayeútica, y ya está, pero hay que buscar un equilibrio, tocar un poco de todo, y tocar las canciones que la gente espera escuchar en los conciertos.

¿Tocar en directo lo último que has compuesto es lo que más te gusta?

Claro, es lo que más sabor tiene y lo que más disfrutas.

Llevas tres décadas en activo en el mundo de la música. ¿Saboreas mejor ahora los conciertos, la música en directo?

Para eso no afectan los años que lleves. Cuando empiezas una gira, al principio siempre hay más nervios, más responsabilidad, expectativas, ver cómo sale, cómo responde la gente. Conforme avanza la gira vas disfrutando más, vas más tranquilo y sin entrar en la rutina, por eso que cambiamos las canciones, para sentirlas mucho. Va avanzando la gira y todos lo vamos disfrutando cada vez más.

¿Por qué la gira lleva el nombre de Ni Santos ni Inocentes?

Todo vino a cuenta de la foto que nos hicimos…

¿Primero fue la foto y luego el nombre?

Sí [sonríe]. La cosa es que luego nos hemos dado cuenta que mucha gente no conoce la película, ni mucho menos el libro. No conocen la foto, no saben por qué estamos vestidos así y no les resulta tan raro como para preguntarlo.

¿Ahora que están de moda los conciertos en grandes escenarios, te ves tocando en el estadio Santiago Bernabéu o más haciendo lo que haces?

Estoy muy a gusto haciendo lo que hago. Esos sitios tan grandes… La verdad es que no tengo mucha ambición de tocar en sitios gigantes. Encima puedes sonar peor. No están hechos para oír música. Están hechos para jugar al fútbol y para que quepa mucha gente. Al final, son sitios que suena peor y también depende de donde te pongas. No es fácil que en todos los sitios suene bien. No tengo ninguna necesidad. Yo lo que quiero es hacer conciertos con buenos medios, buenos equipos, que es una cosa que ya, llevando a cinco mil o seis mil personas, lo consigues. No tengo necesidad de más.

¿Qué es lo que te lleva a tener la inquietud de seguir escribiendo?

Creo que son las ganas. Eso es lo más importante. Si no tienes ganas todo lo demás no vale. Las ganas, como todo, hay que cuidarlo y no excederse. Hay que cuidar lo tiempos.

Ya no escribes canciones igual que al principio. ¿Cómo ha sido esa evolución?

No lo sé. Ha sido una evolución lógica, que tiene que pasar a todo el mundo. Si siguiera componiendo como en el primer disco, malo sería. Hay grupos que siguen igual y hay gente que les gusta así. A mí, me gusta sorprender. Lo primero es sorprenderme a mí para luego sorprender a los demás. Para mí, la base es hacer cosas nuevas y que como decía antes, que te vaya gustando más lo último que haces.

¿Ese afán para huir del conformismo también te exige mucho? ¿Eres muy autocrítico?

Bueno, tampoco te puedes meter mucha presión. Tampoco puedes decir 'como todo el mundo dice que el disco anterior fue la leche, éste tiene que ser la releche. No puedes meterte ahí. Para mí, las canciones, simplemente, tienen que emocionar y si, además, hacen pensar, estupendo. Que me emociones a mí y espero que a los demás.

Y Se nos lleva el aire está lleno de canciones emocionantes...

Para mí, sí.

Además ha sido un éxito desde que salió al mercado, es disco de oro, tuvo una gran acogida.

Y en los conciertos se está notando que gusta mucho, la gente las canta como si las conociera de toda la vida. La gente las está disfrutando mucho en directo, y nosotros también.

Este disco es un derroche de creatividad, rock transgresivo, distintos instrumentos…

Tenemos facilidad con la banda. Hay muchos instrumentos y eso nos permite tener potencia, un sonido fuerte y, a la vez, tener muchos matices, arreglos diferentes que creo que dan mucha riqueza.

Entre esas riquezas hay canciones como El poder del arte, un tema al que el Museo del Prado ha puesto imágenes. ¿Por qué haces esta exaltación del arte?

No lo sé. Me resulta muy difícil explicar las canciones. Cuando compongo no puedo planificar nada ni decir voy a hacer un tema sobre esto o sobre lo otro. Simplemente voy dejando que salga y luego lo analizo, igual que lo puedes analizar tú, pero no hay planificación. Ni siquiera puedo decir que voy a hacer una canción triste, alegre o marchosa o lenta. No puedo hacer nada de eso. Va saliendo.

¿Cómo ha cambiado la industria musical en los años que llevas de carrera?

Hay cosas que han cambiado mucho, en unos aspectos para bien y en otros para mal. Ahora hay más facilidad para hacer música, cada uno por su cuenta desde casa, y por el otro lado, más dificultades para que salgan grupos nuevos, grupos de rock. Creo que las compañías tienen ahora menos poder que antes, y esto se nota. Antes, que te cogiera una compañía era como que tuvieras la mitad del camino hecho. Ahora no es así. Aparte de que el rock siempre ha sido en España una música de minorías, pero ahora cuesta más trabajo a las bandas nuevas salir.

¿Está descartado que Extremoduro vuelva a juntarse?

Estoy muy a gusto con la banda actual, lo pasamos muy bien y hay que vivir el presente ni estar añorando como lo que dice esa frase de que 'todo tiempo pasado fue mejor'. Cada cosa a su tiempo. Eso tuvo un tiempo, tuvo su momento y ahora hay que vivir el presente. Ese es uno de los aspectos del título del disco, 'Se nos lleva el aire'. Hay que intentar agarrarse al presente. Hay que vivir lo que tenemos ahora. La banda está en un momento ideal, cada vez mejor y esto hace que podamos experimentar cada vez más y pasándolo muy bien. No tengo ningún interés en volver al pasado.

¿Te has planteado qué harás tras esta gira?

¿Qué pasará? Eso depende siempre de las canciones. Como yo en eso no tengo mano, no puedo decir 'pues si me das seis meses tengo tantas canciones'. No lo sé. Cuando no hay canciones te entran menos ganas de todo, de salir y de tocar. En cuanto las hay ya quieres meterte al local a jugar con ellas, a experimentar. Luego quieres grabar y  quieres salir a tocarlas en directo. Si hay canciones, seguiremos. Desde luego que yo lo intento..

Hay Robe para rato…

[Sonríe] ¡Yo espero que sí!