Los ríos secundarios de Castilla-La Mancha son el hilo conductor a la hora de disfrutar de la naturaleza y el patrimonio de los pueblos de la región de otra forma.
Una propuesta diferente que parte de la asociación cultural Cuencleta, que en 2019 empezaron a crear itinerarios que coinciden con las rutas naturales que siguen los cursos fluviales de los ríos.
Desde el programa Caminos de Agua, comenzaron por el río Cigüela, continuaron por el río Záncara y ahora, coincidiendo con el año en el que se está celebrando el primer centenario de Tarancón como ciudad, acaban de presentar el del río Riánsares. «Fomentamos una vida saludable, el contacto con la naturaleza, el conocimiento de la historia, la gastronomía, acercando el turismo y dando movimiento a la economía», comenta uno de los impulsores de esta iniciativa, Francisco Javier Rodríguez Laguía, que junto con Emilio Guadalajara Guadalajara, presentó el pasado fin de semana en Casa Parada de Tarancón el Camino Natural del Riánsares. Además, con la participación de alrededor de un centenar de personas, en una expedición en bici y otra a pie, se llevó a cabo por este nuevo itinerario la I Rutansares; en colaboración con CuenCANP, Coca-Cola, la Fundación Globalcaja, la asociación de senderismo Piedra El Águila, La Clementina y el club ciclista MTB Tarancón.
Detalle de la I Rutansares a su paso por el paraje de La Hontanilla, en Tarancón. - Foto: LTDividido en dos tramos, seguir al Riánsares, principal afluente del Gigüela, permite recorrer parte de las provincias de Cuenca y Toledo. Nace en un extremo de la Sierra de Altomira, en el término municipal de Vellisca, y desemboca en el pueblo toledano de Quero formando un importante humedal manchego. Además de por el santuario de la patrona de Tarancón, la Virgen de Riánsares, también pasa por el de la Virgen de la Muela, en Corral de Almaguer. Realizar este camino natural permite encontrarse con vestigios del pasado de diferentes épocas, la gastronomía típica de la zona y la cultura del vino están representadas y en el trayecto hay cantidad de ermitas, puentes, yacimientos, molinos, fuentes, caminos y carriles de la Mesta, lagunas o museos, entre otra mucha oferta patrimonial. «Cualquier río, por pequeño que sea, tiene su importancia y hay que respetar su cauce, cuidarlo, conservarlo, los ríos son las conducciones de la tierra, por el río va la vida", dice Rodríguez Laguía.
CARACTERÍSTICAS.
En un itinerario de unos 100 kilómetros, a través del río que da nombre a la patrona taranconera se pueden descubrir algunos de los puntos clave de las dos tierras que une, que fueron dominadas por la Orden de Santiago y por las de San Juan.
Desde el nacimiento, a donde se alcanza una cota máxima de 942 metros, hasta la desembocadura, que llega a la mínima de 651 metros, el Riánsares sorprende al dar a conocer desde otra perspectiva algunos de los tesoros ocultos en torno a municipios como Vellisca, Alcázar del Rey, Paredes, Huelves, Tarancón, Fuente de Pedro Naharro, Horcajo de Santiago, y ya en Toledo, de Cabezamesada, Corral de Almaguer, Lillo, Villa de Don Fabrique, Villacañas y Quero.
Cruzar el canal trasvase Tajo-Segura, la Vía Verde del Trenillo, pasar cerca de las Laguas de Lillo o Villacañas o recorrer parte de la Cañada Real Soriana Oriental o conocer impresionantes rollos de justicia son otros de los muchos atractivos de un camino que engancha.
No es necesario alejarse demasiado para vivir una apasionante aventura en la que el peregrino realiza una excursión que le transporta a las costumbres y tradiciones antiguas y actuales, a un turismo sostenible donde conocer todas las comarcas por las que pasa un río es mucho más que un camino de agua. Las rutas a pie de río de estos itinerarios están además interconectadas, de tal forma que, andando, en bicicleta o a caballo, un usuario puede saltar de una a otra. Un innovador recurso turístico más en Castilla-La Mancha (https.//caminosdeaguaclm.wixsite.com), paralelo a otros, que teniéndolo cerca quizá no es tan valorado como debiera. «Los ríos son ejes vertebradores, elementos integradores, nos unen, no nos separan», afirman desde el colectivo Cuencleta.