Con la llegada del final del verano hay muchos colectivos que, frente al sinónimo de vuelta a la rutina propia de este mes para muchos, a otros les sirve para tomarse un cierto respiro después de unos meses de mucha intensidad laboral. Este es el caso del cuerpo de bomberos de la localidad, que tras unos meses en los que afirman que se concentran dos tercios de su actividad, hacen un balance «positivo» de un verano que las previsiones 'pintaban' como «poco optimista»
El jefe de Bomberos en el parque de la localidad, Roberto Fernández, explica a este medio que una vez finalizadas las fiestas patronales hay un «cierto grado de tranquilidad». «El pico de actividad lo registramos en verano con distintas actuaciones que, por suerte, no tienen gran relevancia», señala el bombero haciendo referencia a distintos incendios durante este fin de semana. El primero de ellos la noche del viernes al sábado, junto al Centro Escénico San Isidro y el siguiente durante la madrugada del lunes en una nave abandona de la localidad. Ambos incendios no tuvieron «gravedad alguna» y la rápida intervención del cuerpo municipal hizo que el fuego no se extendiese a parcelas aledañas.
Prevención y limpieza. Una tranquilidad que reinó por su ausencia en la tarde del 5 de julio con el incendio en el paraje de la Charca del torero, tildado como «bastante complicado». «Había unas condiciones idóneas para un incendio de gran envergadura», apunta Fernández de un fuego que calcinó más de media decena de hectáreas y dañó algunos enseres personales como vehículos.
Incendio declarado en la barriada de El Caño el pasado mes de julio. - Foto: Infocam.«Otro año ese incendio no habría sido tan virulento pero hemos tenido una primavera muy lluviosa», señala el oficial recordando la necesidad de prevenir y limpiar ante el exceso de hierbas tras las precipitaciones para evitar que posteriormente se convierta en un «combustible idóneo» para el fuego.