La vivienda es uno de los grandes quebraderos de cabeza para infinidad de españoles. Sobre todo para los jóvenes, a los que la falta de oportunidades y garantías en el ámbito laboral, sumado al encarecimiento exponencial de los precios de los inmuebles, propicia que las puertas de ese posible nuevo hogar se les cierren a cal y canto. El Gobierno, tanto en la anterior legislatura como en ésta, está intentado «con uñas y dientes» ponerle el cascabel al gato. Un problema difícil de atajar que exige «pelear», asegura la ministra del ramo, la manchega Isabel Rodríguez. La titular de Vivienda y Agenda Urbana es «consciente» de que éste es «uno de los principales problemas que tiene nuestro país».
En este sentido, la Sareb, sociedad creada tras el rescate financiero de hace una década para dar salida a los activos tóxicos de la banca, ha vendido más de la mitad del stock que acumulaba en solo dos años. En mayo de 2022, el conocido como 'banco malo' controlaba casi 400 inmuebles, según las cifras que la propia sociedad publica en su página web. Desglosado el montante total según la categoría, eran 202 viviendas, casi la mitad de ellas ubicadas en Tarancón (94) y un tercio en Horcajo de Santiago (66); 95 anejos, que son trasteros o plazas de garaje; así como 41 suelos y una veintena de terciarios, es decir, naves y locales comerciales. Asimismo, había una treintena de obras en curso.
El guión de esta película ha cambiado bastante desde hace 730 días hasta ahora. La sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria gestiona en este momento 186 activos. La caída, por tanto, es de más de la mitad de las propiedades. Uno de los mayores descensos tiene que ver con las viviendas, pues de las algo más de 200 de 2022, apenas quedan ahora 130, de las que la inmensa mayoría (88) están en Horcajo de Santiago. En la capital no hay ninguna reseñada.
Los trasteros y las plazas de garaje también apuntan un importante descenso, al pasar de 95 a solo 15. Tampoco hay ninguno en la capital. Los suelos se han reducido a 29 y las naves y los locales comerciales, a once. Además, no hay ni una sola obra en curso en toda la provincia que ahora controle la Sareb, cuando en 2022 eran una treintena.