"El tema de las adicciones es tabú en nuestra sociedad"

Juana Samanes
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Reflexiva y trabajadora, se prepara concienzudamente cada papel como si fuera el primero en hacerlo, documentándose muchísimo en cada uno de ellos

"El tema de las adicciones es tabú en nuestra sociedad" - Foto: Pedro Puente Hoyos (EFE)

Cercana y muy agradable en el trato, la actriz Emma Suárez es totalmente natural. El tener un bagaje de casi 50 años y un respeto por su profesión no le han dado ninguna impostura. En el drama Desmontando un elefante encarna a una mujer alcohólica que esconde esa adicción lo que repercute en las relaciones materno filiales.

¿Qué le atrajo de su personaje en Desmontando un elefante?

Era una historia que me daba la oportunidad de interpretar un personaje complejo, difícil, que atraviesa un túnel y me servía para descubrir un terreno y una enfermedad que requería un trabajo de investigación. Me atrajo la idea de trabajar con Aitor Echeverría, el director, porque estaba muy implicado a nivel personal con la historia, llevaba 15 años trabajando en el guion. Me daba miedo interpretar este papel, pero el miedo también es un reto y motor que te impulsa a entrar en estos personajes. Y sentía que era una historia que había que contar. 

Da la impresión de que hay silencio con el tema de las adicciones, incluso, en el ámbito familiar, y también esta película cuenta las mentiras de estos enfermos.

No se habla de las adicciones porque es un tema tabú. Del que se esconde, por eso se titula la película Desmontando un elefante, es una enfermedad terrible. En el caso de mi personaje, Marga hace un trabajo de reconstrucción de su identidad. Se trata de personas que no se gustan y se agarran a una adicción para escapar, para evadirse.

La película trata del grave problema que provoca en el seno de la familia y el dolor que causa.

Aquí es la hija la que deja de cuidarse a sí misma para hacerlo con su madre. Es un abandono de ti misma para encargarte de un enfermo y eso no se valora, ella comparte también, de alguna forma, esa enfermedad. Trabajar con Natalia de Molina ha sido maravilloso, hemos actuado desde el silencio, con mucho respeto y amor y hemos estado documentándonos mucho sobre este tema yendo a centro terapéutico, hablando con profesionales de la medicina, pero también con familiares y pacientes.

He leído que, a pesar de su larga carrera, celebra como un éxito cada trabajo que hace. 

Soy consciente  que no hay garantías de lo que va a pasar al día siguiente,  tengo la sensación de estar empezando siempre. Dependes del éxito o fracaso del último proyecto, nos convierte en seres vulnerables.

Estudiando su filmografía de los últimos años se aprecia que prácticamente solo han sido dramas. ¿Por qué no le ofrecen comedias?

Es la misma pregunta que yo me hago. Es más, la gente tiene una imagen de mí que no tiene nada que ver con la realidad, pero viene motivada por la constante interpretación de personajes dramáticos. Por favor, que me llamen para hacer comedia, que no lo saben pero soy supergraciosa porque me tienen encasillada.

 

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