¿Llevas hora?

Manu Reina
-

El retraso de las agujas del reloj provoca un cambio en muchas personas, que pueden sufrir episodios de «fatiga o falta de concentración durante varios días»

¿Llevas hora? - Foto: Manu Reina

Los días son ahora más cortos y las noches más largas. Esta nueva realidad repercute en una disminución del número de horas de luz natural y al organismo, en muchos casos, le cuesta asimilarlo. Es entonces cuando aparecen las primeras consecuencias a causa de haber atrasado las agujas del reloj. Los síntomas pueden prolongarse durante días e incluso una semana. A ciertas personas les cuesta adaptarse a este nuevo paradigma, que conlleva unos pequeños cambios, por lo que toca trabajar un poquito si uno se encuentra diferente.

Los expertos inciden en que los episodios que aparecen de forma más común son cansancio, irritación, falta de atención y concentración e incluso ausencia de apetito. La psicóloga Mari Paz López explica que la fatiga «es un efecto colateral» e incide que «si el cuerpo está generando muchos cambios consume más energía, porque trabaja más, lo que se traduce en un cansancio más notable». No obstante, esta experta tranquiliza porque «no es malo, sino que lo único que tienes que hacer es parar y tomar un descanso». Además, lo más recomendable es «evitar actividades de gran rendimiento durante los primeros días porque lo más probable es que estemos más fatigados».

Estado emocional. Eso sí, Mari Paz López recalca que los síntomas del cambio de hora pueden afectar o no a una persona, ya que depende en gran medida «de cómo se encuentre uno y de la personalidad que tenga ese individuo». El estilo de vida juega un papel fundamental en esta transición horaria que no termina de convencer por unanimidad. El estado emocional es un elemento fundamental, puesto que dependiendo de ello, los síntomas pueden manifestarse en mayor o menor medida.

Además, esta psicóloga detalla que esta medida horaria no se manifiesta por igual en todas las personas. De hecho, «muchas de ellas no notan nada, pese a que su cuerpo sí que se resiente». Lo que sí está claro es que el cuerpo «está diseñado para la supervivencia» y el hecho de contar con menos horas de luz termina repercutiendo. Esta experta recuerda que el ánimo es mucho más alegre por el día que por la noche, gracias a esa luz. «Por las noches nos protegemos más y estamos más en alerta», concreta.

No obstante, siempre hay medidas y acciones que ayudan a hacer frente a esta transición horaria. Mari Paz López argumenta que es «muy importante», como no vamos a tener tanta luz como durante los últimos meses, «salir y tomar esos rallos solares porque así tendremos el aporte vitamínico que nos aporta el sol». Esta experta recomienda también «hacer cambios pequeñitos en nuestro día a día y nunca bruscos, porque eso nos va a hacer que estemos fatigados durante más tiempo». De hecho, Mari Paz López anima a «trabajar el cuerpo, poco a poco, e incluso obligarlo para llevar una rutina y no variarla en exceso». 

En cambio, si uno padece los síntomas del cansancio, es importante evitar «dormir la siesta, porque eso puede generarnos aún más fatiga o, directamente, tener problemas para conciliar el sueño por la noche».
Pese a todo lo expuesto, nadie debe alarmarse porque este cambio de hora no supone males mayores. La inmensa mayoría retomará nuevamente su rutina en apenas unos días y el cuerpo terminará por adaptarse a esta nueva situación, tal y como hace siempre.