Sonrisas, nervios y algún que otro lamento tras ver cómo la Real Sociedad apeaba al Conquense de la Copa del Rey con un tanto de Brais Méndez nada más comenzar la prórroga. No obstante, todos los aficionados, disfrutando de cada acción de juego con bufandas al aire, mostraron su felicidad, orgullo y reconocimiento a sus jugadores tras un gran derroche físico ante todo un equipo de Primera División.

La afición fue en esta ocasión el jugador número 12 desde el primer momento. Las gradas de La Fuensanta se llenaron rápidamente con una desorbitada emoción que fue la nota predominante. Una noche para el recuerdo, donde amigos y familias llegaron al feudo conquense para disfrutar y apoyar a los suyos como nunca antes de había vivido.