La nutria es un animal que genera una gran simpatía entre la gente cuanto se tiene la oportunidad de verlo. Por su forma de desplazarse, capaz de ejecutar todo tipo de malabarismos en el agua, llama poderosamente la atención. Los vecinos del barrio de Fuente del Oro lo saben muy bien porque desde hace unos días varios ejemplares, al menos tres, se dejan ver en el río Júcar, en las inmediaciones del puente. Es un tramo urbano del río y no es extraño que habiten en la zona porque se trata de un mamífero que «es muy territorial» y que, además, «muy fácil de identificar porque es grande, alargado y esbelto».
Así lo pone de manifiesto José Azcoitia, coordinador provincial de los agentes medioambientales, quien conoce bien la presencia de las nutrias en los ríos de la provincia y, en este caso, en el tramo del Júcar en la capital.
Una de las cosas que atraen mucho a los viandantes que estos días disfrutan de su presencia es que parece que están jugando, lo que da lugar a un maravilloso espectáculo de la naturaleza sin salir de la ciudad. Según Azcoitia, puede ser que estos juegos acuáticos respondan a que estos «animales cuando están en celo se mueven más y probablemente estén emparentándose».
Este mamífero tiene una extraordinaria capacidad para nadar. - Foto: Reyes MartínezHay veces que se tiene la suerte de ver nutrias, pero en otras ocasiones su presencia se intuye por las huellas que deja en la ribera de los ríos. Azcoitia explica que «son fácilmente identificables por las cinco huellas de las fuertes garras que tienen». Además, en los días nevados, que cada vez son menos, también se puede apreciar su presencia «por el rastro que deja el coleteo de su larga cola». Otra pista está en los excrementos que depositan en las orillas del río, que son llamativos por el olor, «como a aceite de pescado». En este caso, se pueden encontrar en la ribera del río junto a la ciudad y «se aprecia que han comido cangrejo y tienen unos tonos anaranjados».
«Ríos cuidados». El coordinador provincial de agentes medioambientales también subraya que las buenas condiciones biológicas y químicas del río Júcar a su paso por la ciudad propician que se puede disfrutar de la presencia de nutrias porque su hábitat es de aguas cristalinas y que no están contaminadas. «Es una especie que solo se ve en ríos, que están cuidados, con su lecho de piedras y que tienen alimentos».
La nutria es muy territorial, se mueve en espacios de entre siete y quince kilómetros de río, lo que permite que ahora se pueda ver en la zona de Fuente del Oro, «y tal vez el mes que viene esté dos kilómetros más arriba o más abajo». Son territoriales hasta el punto de que echan a las crías, a las que expulsan cuando son adultas.
Este mamífero goza de catalogación de interés especial y ha ido en aumento en España. En lo que se refiere a la provincia de Cuenca, «su presencia es notable en el norte y escasea en el sureste». La razón es la calidad de las aguas y la buena conservación del hábitat.
La ribera del Júcar es un buen lugar para las nutrias
El coordinador provincial de agentes medioambientales también subraya que las buenas condiciones biológicas y químicas del río Júcar a su paso por la ciudad propician que se puede disfrutar de la presencia de nutrias porque su hábitat es de aguas cristalinas y que no están contaminadas. «Es una especie que solo se ve en ríos que están cuidados, con su lecho de piedras y que tienen alimentos».
La nutria es muy territorial, se mueve en espacios de entre siete y quince kilómetros del río, lo que permite que ahora se pueda ver en la zona de Fuente del Oro, «y tal vez el mes que viene esté dos kilómetros más arriba o más abajo». Son territoriales hasta el punto de que echan a las crías, a las que expulsan cuando son adultas.
Este mamífero goza de catalogación de interés especial y ha ido en aumento en España. En lo que se refiere a la provincia de Cuenca, «su presencia es notable en el norte y escasea en el sureste». La razón es la calidad de las aguas y la buena conservación del hábitat.