Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


De cultura, mayos y Star Wars

02/05/2024

Con una velocidad constante, a razón de siete días por semana, pasamos una nueva hoja del calendario para adentrarnos en el mariano, oloroso, starwarsiano y musical mes de mayo. Recién inaugurado el primer día del mes (buena forma de empezarlo disfrutando de una fiesta, que debiera ser reivindicativa, como la del trabajo) iglesias y plazuelas se convirtieron en continentes de una forma de cultura popular que se mantiene, con sus altibajos, a lo largo del tiempo. ¿Quién de nosotros no ha dicho aquello de Ha venido mayo, bienvenido sea? Es más, seguro que conforme hemos leído esta frase, la hemos canturreado. Este canto del mayo, que en Cuenca es recuerdo de los Bravo, Velasco e Ismael entre otros, forma parte de una riqueza popular, de un conocimiento transmitido de generación en generación, convirtiéndose en ariete etnológico de la ciudad que, a falta de pan buenas son tortas, pelea por hacer de la cultura su santo y seña. En los últimos días, varias son las noticias relativas a esta seña de identidad conquense. 

Por fin, casi un año después de su fallecimiento (las cosas de palacio van desesperadamente despacio), nuestro Ayuntamiento se propone rendir homenaje en forma de estatua a María del Carmen Martínez-Villaseñor que será ubicada en la proximidad de su domicilio, en el nazareno jardín del Escardillo. Uno, que es de nervio pronto, tiende a pensar que después de un año debiera ser algo rápido. Pero como en la serie (que les recomiendo) Cómo conocí a vuestra madre, cuando leo algún anuncio de este tipo me acabo preguntando aquello que decía Lily cuando le preguntaba a Ted dónde estaba la caca en referencia a aquello que, por la razón que sea, intentamos ocultar. 

En esta ocasión, la instalación de la estatua a la genial ventrílocua debe venir precedida de una intervención en este espacio. Quizá en una suerte de justicia poética, o humorística, se pueda inaugurar este espacio junto al dedicado a José Luis Coll que, si la memoria no me falla, sigue a la espera de tan protocolario acto. Dentro de esta vorágine cultural que nos dejan los primaverales meses de abril y mayo, hemos de poner nuestro interés en el deseo, manifestado de una forma unánime en el último Pleno municipal, de encontrar un espacio único en el que instalar el Archivo Histórico Municipal (que ahora se encuentra troceado en tres, como ese último pastel de la celebración familiar) e incluso dotarlo de personal necesario para su conservación y custodia. ¿Habrá sido la intercesión de San Benito de Nursia, patrón de los archiveros? O ¿qué rara conjunción intermegaplanetaria se ha producido para que nuestros munícipes manifiesten de una forma unánime esta voluntad? 

La riqueza documental de nuestra ciudad merece todo el cariño del mundo y, por supuesto, la dotación a dicho archivo de las herramientas necesarias para divulgar lo que hemos sido, base para entender lo que somos y lo que seremos. Ojalá que este mes de mayo en el que también celebramos el Dia de Star Wars, la Fuerza nos acompañe para ver el fin de estos proyectos.