Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


Rumbo a las selvas del Darién

12/07/2024

Queridos lectores y paisanos.
Este es el último artículo que hasta bien entrado agosto pienso escribir. Al menos desde España. Porque este verano lo pienso aprovechar como mejor me gusta hacerlo y había dejado bastante de practicar
A finales del siglo pasado y principios de este tuve el privilegio de participar en siete expediciones de la Ruta Quetzal con Miguel de la Quadra Salcedo, que me llevó ademas a los dos últimos Camel Trophy de la historia. La pasión viajera, que desde muy chaval tuve, a los 16, cumplí allí los 17, me había escapado a vendimiar a Francia, se instaló definitivamente en mi vida y le he sido siempre fiel, aunque de manera discontinua, que se diría ahora.
Seguí haciendo después expediciones por Hispanoamérica, sur de Estados Unidos y por toda África desde el Sahara y el Sahel hasta el Serengeti, el Kalahari y el Okavango, la última a las excavaciones de la Cuna de la Humanidad en Olduvai (Tanzania) en 2019, pero lo cierto es que con cada vez menor asiduidad en buena parte debido a mis obligaciones periodísticas. Desde aquella última salida, Covid mediante, no había descolgado el viejo sombrero que, al principio como chambergo y luego como amuleto, siempre me ha acompañado.
He echado muchos de menos esos periplos y en mi cuenta en las redes, al presentarme también, amen de como escritor y periodista, como viajero aún se añade que lo he ido dejando y no estaba dispuesto. Y no lo estoy y por eso cuando leáis estas líneas, sombrero, macuto y yo estaremos a punto de embarcarnos en un nueva aventura que deseo sea el inicio de otra serie de ellas. Espero que las fuerzas, el ánimo y la salud me lo permitan. O sea acabar con bien la que inicio y con ganas para empezar a preparar la siguiente.
No se que me deparara esta travesía. Si sé bastante bien a dónde voy y tengo mucho respeto al lugar. He estado varias veces por allí, la primera en 1999 y la última en 2008. Se trata de Panamá y de recorrer los lugares y pasos por los que transitaron los grandes descubridores españoles, desde el almirante Colón buscando un estrecho, un paso por mar, (su olfato marino le llevó a buscarlo por la cosata de Portobelo, Nombre de Dios, Bocas del Toro, Isla Colón, Veragua, mas o menos por donde ahora va el Canal) a Vasco Núñez de Balboa que por tierra y atravesando desde el Atlántico (Santa María de la Antigua del Darién) dio con el Mar del Sur, el Lago Español... el inmenso Pacífico y volvió a cambiar la idea que el mundo tenía de si mismo y sus dimensiones. Ambos tuvieron que ver con un gran paisano, que aunque no fuera muy alto de estatura pocos le igualaron en destreza y valentía, el conquense Alonso de Ojeda, el capitán de la Virgen y el Centauro de Jáquimo.
Será por el Darién, por donde las pasó bastante mal, por donde nosotros estaremos de principio. Esas selvas son palabras mayores. Es la más intrincada, cerrada y asfixiante de todo esa zona del planeta. Uno suspira por el ver el cielo después de verse atrapado por el 'infierno verde'. Hay serpientes, 'lagartos' (cocodrilos, uno se lo trajo Fray Tomas de Berlanga del Chagres y está colgado todavía en la colegiata de Berlanga de Duero (Soria), pero sobre todo el enemigo peor del hombre y del blanco aún más: ¡mosquitos!, a cientos de millones de toda condición y picadura y a cada cual más enconada.
No voy en absoluto solo, eso jamás, sino muy bien acompañado. Al frente un veterano compañero y amigo, Telmo Aldaz de la Quadra Salcedo, que cogió el testigo de su tío con 'Madrid Rumbo al Sur' y ahora ya con 'España rumbo al Sur' (19 rutas lleva ya), un curtido equipo de monitores, médicos e intendencia y la friolera de 139 muchachos, chicos y chicas, de 16-17 años. El objetivo es muy sencillo de explicar: una aventura de esfuerzo, de aprendizaje y de saber. De Historia, de nuestra historia, de la de ellos, que luego fue común, de sus etnias y sus formas de vida, pero también, y ante todo, de valores, esfuerzo y compañerismo.
Estaremos, cuando ustedes hayan llegado aquí, ya por allí. Haremos todo lo posible por aprovecharlo todo bien, hasta la fatiga y volver todos aún mejor. Que la suerte y la prudencia nos acompañen.
PD: Por el momento y al concluir esta lineas les confieso que siento un gran alivio. Por un tiempo no habré de escribir de este hediondo basurero político que les dejo aquí y que bien seguro estoy que me encontraré igual a la vuelta, sino peor.