Alberto Núñez

Veroniqueando

Alberto Núñez


Hay muchos motivos para la ilusión

28/03/2025

En esta primera edición de esta columna de opinión, aprovecho para agradecer la oportunidad a mi amigo y gran director, Leo Cortijo. Me hace una ilusión tremenda colaborar con toda una institución del periodismo en Cuenca y su provincia como es La Tribuna. Además, en nuestra tierra se respira la tauromaquia y desde mi pasión por la misma, intentaré cruzarme al pitón contrario, cortar las orejas y, si puede ser, hacerlo con arte y valor, porque hablar de toros también es un arte. 

Cuenca tiene motivos para ilusionarse. El primero es un joven matador de Iniesta, Alejandro Peñaranda, que tras cosechar una importante etapa como novillero, con triunfos en Madrid, Valencia o Albacete y convertirse en matador el pasado agosto, es uno de los principales nombres que motivan al aficionado. Estará San Isidro para confirmar alternativa y también en la Copa Chenel. 

Pero en Cuenca hay jóvenes que también vienen apretando, como Mario Arruza, natural de Mota del Cuervo, novillero con picadores con una meritoria trayectoria con los del castoreño. Apunten dos nombres más: Daniel Moset y Nicolás Cortijo, que están dejando huella en bolsines, certámenes y novilladas sin picadores. Ambos se preparan para debutar con picadores y llevar el nombre de nuestra provincia por bandera. En el apartado ganadero Cuenca también puede presumir con dos ganaderías, Pedro Miota y Los Danieles, vacadas en crecimiento y que ya les hemos podido ver lidiar grandes novillos, en esa alquimia tan compleja en busca del milagro de la bravura. No quiero olvidarme de un buen ramillete de subalternos y banderilleros que también dan brillo a las tardes de toros. 

Descontamos los días para la Champions, una feria consolidada gracias al buen hacer de Maximino Pérez, pero también es de justicia destacar a nuestros pueblos, que con máximo esfuerzo celebran en sus ruedos festejos y en este principio de temporada se abrirán los cosos de Motilla, Iniesta o San Clemente. Cuenca tiene motivos para creer e ilusionarse, que Dios reparta suerte… y, si cabe, un poquito más para los nuestros y lo nuestro.