La noticia de La Tribuna tal vez haya pasado desapercibida, aunque a mí me parece de importancia relevante. Los herederos de Luis Moreno Nieto entregaban a la Diputación Provincial de Toledo los fondos documentales de quien fuera periodista y cronista de la provincia. Un gesto cívico que merece el aplauso, ya que pocos son generosos con los legados familiares a los que se aspira a convertir en productos de beneficios. Y si tales propósitos no se obtienen se prefiere la disgregación de la herencia o su desaparición progresiva. La decisión de los herederos de Luis Moreno Nieto de mantener junta su obra significa el reconocimiento supremo a quien en vida se dedicó al arte, a la literatura, a la historia o a cualquier otra manifestación del espíritu humano.
Pensando en elegir un calificativo para definir la personalidad y la obra de Luis Moreno Nieto, (D. Luis le llamaban los funcionarios de la Diputación), pensé que el mejor era el de "la entrega". Fue un hombre entregado al periodismo, a la crónica, a la historia y a conservar cuanto de patrimonio cultural pudiera desparecer. El periodismo lo practicó con pasión insólita y novedosa. De él he leído entrevistas y textos que, si hubiera nacido en Nueva York, se habrían incluido en las páginas del 'Nuevo Periodismo'. En Toledo se le nombró Cronista de la provincia. Y eso le comprometió con la historia, con la tradición popular y con la entrega, en algunos casos casi obsesiva, para conservar cuanto se pudiera arrebatar a la indiferencia del tiempo, a los intereses de los mercados y a los efectos destructores de los conflictos que él había conocido de joven. Esto lo aprendieron sus hijos y nietos y es lo que no quieren que desaparezca. Quienes le conocimos conservamos intactos su dedicación, su entusiasmo, las lecturas de sus obras, producto de un tiempo y de una época, en los que prevalece su mirada comprensiva, su compromiso con la ciudad y la provincia y su actividad incansable. Sabía todo, lo conocía todo y cuando la información le faltaba buscaba para responder a la enorme responsabilidad de divulgar la historia de Toledo y su provincia. Así que lo que nos compete como ciudadanos es agradecer a la familia Moreno Nieto la donación del legado de un hombre entregado a los valores de nuestra historia cercana.