Beatriz Domínguez

+Salud

Beatriz Domínguez


Polvo blanco

28/10/2024

¿Qué te ha venido a la cabeza al leer el título? ¿quizá alguna droga? Correcto. Hoy hablaremos de una, aunque no te esperarás su nombre. Escribiendo este artículo, mi hijo de ocho años se acercó a mi estudio y me preguntó: «¿Qué haces?». Le respondí que estaba escribiendo sobre el veneno más peligroso del planeta, y le pregunté si sabía cuál era. Su respuesta: «Sí, claro, el azúcar». Sí, lo leíste bien.

Este polvo blanco es más adictivo que la cocaína. El azúcar tiene un enorme poder sobre nuestro cerebro, y por eso debes tratar de eliminarla de tu dieta. ¿Por qué? El azúcar inflama el cuerpo, altera el funcionamiento cerebral y te hace desear más y más, aunque tu organismo no lo necesite. La trampa: se esconde en la mayoría de los productos que se encuentran en el supermercado, bajo mil nombres diferentes: sacarosa, fructosa, maltosa... Nos acostumbramos a su sabor dulce y, antes de que nos demos cuenta, ya estamos enganchados.

El azúcar en tus dientes se llama caries. El azúcar en tus ojos se llama glaucoma. El azúcar en el cerebro de un niño se llama hiperactividad, y en el de un adulto demencia. El azúcar en tu sangre se llama diabetes. Pero, ¿cómo algo tan dulce puede ser tan malo? Justo por eso, como sabe bien nuestro cerebro tarda en reaccionar, en darnos la señal de «basta». Mientras tanto, seguimos consumiendo sin freno, con la falsa creencia de que el azúcar nos da energía, mientras la realidad es otra: el azúcar nos roba la energía.

Te propongo un reto: deja el azúcar durante 14 días. ¿Sabes lo que pasará en tu cuerpo? Tu cara se deshinchará, los dolores de tus articulaciones disminuirán, tu tripa empezará a disminuir, tu energía aumentará notablemente, se desacelerará el envejecimiento y tu piel se verá mas radiante… y estos beneficios también ocurrirán en el interior de tu cuerpo.

El mejor détox es el no intox. El mejor tratamiento que le puedes dar a tu cuerpo es eliminar la mayor toxina de todas: el azúcar. 

ARCHIVADO EN: Cocaína, Diabetes