Beatriz Domínguez

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Beatriz Domínguez


Crujidos articulares: ¿es malo?

01/07/2024

¿A quién no le han crujido alguna vez las rodillas, el codo o el cuello al agacharse, al ir a coger algo o al levantarse de la cama? A diario vivimos decenas de situaciones con réplica sonora en forma de crujidos o chasquidos en las articulaciones. Y es cierto que aunque algunos nos dejan congelados por la intensidad del ruido, si éstos no van acompañados de dolor o de inflamación, en principio no tendríamos de qué preocuparnos.

En líneas generales, existen dos tipos de ruidos que provienen de las articulaciones y que pueden llegar a ser frecuentes: uno es el que se produce por cavitación y es el que está originado por una mínima burbuja de aire en el líquido sinovial, que es el que lubrica y rodea las articulaciones. Un ejemplo es el típico crujido de nudillos. Este no nos debe de preocupar. El otro tipo de ruido habitual es el producido por un roce articular cuando hay cartílagos desgastados. Estos ruidos nos dejan una molestia durante un tiempo con posible inflamación alrededor de la articulación. 

Hace años existía la falsa creencia de que los crujidos o los chasquidos del cuerpo, voluntarios o provocados, podrían terminar generando lesiones o incluso artritis. Sin embargo, la ciencia ha desterrado esa popular idea, y como hay estudios para todo, este tema no podría ser menos. Así, existe la experiencia de un médico de California (EEUU) llamado Donald Unger que logró el Premio IG Nobel de Medicina tras hacerse crujir cada día los dedos de su mano izquierda durante 60 años para demostrar que, pasado ese tiempo, el grado de artritis entre sus dos manos, la que hizo crujir y la que no, era similar. Unger demostró que ese gesto no provocaba un desgaste extraordinario de la articulación, como se pensaba, ni otro tipo de dolencias.

Lo que debe de guiar nuestra atención ante los crujidos articulares es el dolor: mientras no se provoque dolor ni antes, ni durante, ni después, será un síntoma de que no hay que temer que esté sucediendo nada especialmente preocupante.