Nadie podía pensarse que poniendo verde a la peña pudieras ganar dinero. Y es que la prensa del corazón, los programas chicle, las noticias escabrosas de los "celebrities", los ridículos más espantosos y el morbo público le va ganando terreno a las noticias normales de la prensa. Todos programas de radio tienen un momento en el que se hacen comentarios sobre los comentarios que han hecho otras personas sobre otras personas. Ahí está la Tutankamon, que sale todos los días del sarcófago, se emplastece la cara y se pone a pensar quien puede ser su próxima presa. Se rasca la patilla y empieza a insultar a alguien conocido, aunque no le haya hecho nada, para provocar que le conteste. Una técnica como otra cualquiera para estar en el "candelabro". Conozco alguna que es una autentica profesional de la provocación y del insulto. Lo mejor es tragarte el lapo y callarte, pero si contestas otra vez vuelve a la carga a ver si le sigues el rollo. Las separaciones, los divorcios y las peleas entre parejas son un caladero inestimable para los bocachanclas. Todo son especulaciones: que si se ha quedado con el dinero, que si te ha puesto los cuernos … Nadie piensa lo normal, es decir, que después de muchos años o meses la maldita rutina mata a la pareja. Una cosa es ser una bocachancla y otra el elegante enfrentamiento epistolar, como Góngora y Quevedo, con su famoso verso de la nariz: Érase un hombre a una nariz pegado, Érase una nariz superlativa, Érase una alquitara medio viva, Érase un peje espada mal barbado; Era un reloj de sol mal encarado. Érase un elefante boca arriba, Érase una nariz sayón y escriba, Un Ovidio Nasón mal narigado. Érase el espolón de una galera, Érase una pirámide de Egito, Los doce tribus de narices era; Érase un naricísimo infinito, Frisón archinariz, caratulera, Sabañón garrafal morado y frito.
Otro muy bueno fue el de Sabina a Usía y que decía así:
¿Ramplón? ¿No es esa la autobiografía de un comemierdas a un borbón pegado? ¿ordinaria? su lengua de lenguado, y cursi... ¿no es sinónimo de Ussía? ¿Pelma oficial? su napia de beata, ¿tópica? su prosapia de la C.E.D.A., ¿boba? su sopa, ¿rancia? su corbata, ¿buen gusto? ¿usted? don Mendo no se hereda. ¿Esteti... cuálo? qué malos modales, antes de sus regüeldos semanales, lústrese los colmillos con lejía. Comprendo que se esconda tras su abuelo viéndome derrochar (sírvase fría) la gracia que no quiso darle el cielo.
Eso eran enfrentamientos verbales con clase, y lo cortés no quita lo viperino y sublime de los versos.
Pero una cosa es lengua viperina y otra cosa es el bocachanclismo. Es decir el insulto y el improperio a ver si el otro responde para echar más leña al fuego sin llama. No se libra ni la Familia Real Inglesa a la que retuitea medio planeta por un mero montaje de una foto. Pero como decía Quevedo, a las putas y a los barberos a los 70 los espero. Hoy serían 90, y no me refiero a nadie en especial. ¿No te puedes meter en tus asuntos rubia?