Este pasado domingo, el césped de La Fuensanta fue escenario de un hecho inédito y, también histórico, porque por primera vez en la historia la Unión Balompédica Conquense recibió el trofeo de campeón de liga de Tercera División, ahora llamada Tercera RFEF. Pablo Burillo, presidente de la Federación Territorial de Fútbol, hizo entrega de la copa de campeones a los capitanes Iván Rubio y José Vega, eternos jugadores balompédicos que han sufrido temporadas inciertas, con descensos y ascensos. El nuevo sistema de competición permite que el campeón de Tercera ascienda directamente a Segunda RFEF, una categoría inédita para este Conquense que siempre que ha ascendido de Tercera lo ha hecho a la extinta Segunda B.
Repasando la historia reciente, de los últimos 54 años, la Unión Balompédica Conquense ha sido campeón de Tercera División en cuatro ocasiones. La primera en 2007 con Antonio Cazalilla de entrenador, consiguiendo el título en el partido que disputó en La Solana, jornadas antes de terminar la liga. Tuvo que jugar dos eliminatorias para ascender, en la primera eliminó al San Fernando de Cádiz y, en la segunda, al Negreira gallego.
La segunda vez que fue campeón ocurrió en 2016 con Manu Calleja de entrenador. El campeonato se decidió en la última jornada, en Illescas, en la que el Conquense estaba obligado a ganar para evitar que el Almagro se hiciese con el campeonato. Lo hizo, pero no ascendió porque en las eliminatorias por el ascenso, primero fue eliminado por el Extremadura en el grupo entre campeones, después superó en la segunda eliminatoria al Jerez de los Caballeros y terminó perdiendo en la tercera, y última eliminatoria, ante el Mutilvera.
La tercera vez que quedó campeón fue en 2018, con Luis Ayllón como entrenador. De nuevo, como ocurrió dos años antes, el Conquense necesitaba ganar en la última jornada, en su visita al Atlético Ibañés, si no quería que fuese el Villarrobledo el campeón. Empató, pero también lo hizo el Villarrobledo en casa ante el Socuéllamos, lo que le dio el campeonato, ascendiendo tras superar en la eliminatoria de campeones a la Cultural de Durango.
En esas tres ocasiones en las que la Balompédica quedó campeón, el trofeo lo recibió en el Día del Fútbol Regional, en la sede de la Federación Territorial, junto al resto de equipos campeones de las distintas categorías. Por eso es inédito que se recibiera el trofeo sobre el césped, antes del partido que le enfrentó al Azuqueca y que ganó 4-0.
Un partido que era la despedida liguera ante su afición y, sinceramente, la afición no respondió. Apenas 600 personas en una mañana agradable. No sabemos si por ser el Día de la Madre o porque valía un euro la entrada, un euro. Lo cierto es que, la Balompédica, jugará en Segunda RFEF la próxima temporada, pero si no hay respaldo de la afición, la travesía se avecina difícil, por no decir imposible.