Está claro que Cuenca y su provincia necesitan el apoyo de asociaciones o colectivos para seguir creciendo en aquellos valores que la definen: patrimonio edificado y patrimonio natural. Por eso, CuenCanp es una asociación, sin ánimo de lucro, que sigue sin parar haciendo camino y nunca mejor dicho. Las Sendas del Agua, por esos cauces de nuestros ríos castellano-manchegos, riberas de historia y pueblos con deseo de progreso, unen sus espacios y apoyan los proyectos que esta asociación no para de organizar.

Me entusiasma ver esa cantidad de conquenses la mayoría, y otros, de Madrid, de la Mancha o del Campo de Talavera, cuando se fusionan en grupos para fortalecer la riqueza del espíritu cuando el aprendizaje y el conocimiento sirven de apoyo al deporte y la salud como objetivo principal de sus iniciativas. El senderismo o el cicloturismo son valores actuales de salud, de ocio, de formación, de diversión y de amistad; sí, lo digo bien, de amistad, porque han conseguido unir corazones y ofrecer compromisos en una sociedad que necesita más los valores del respeto y la generosidad, para frenar ese egoísmo y envidia que sigue invadiendo nuestros parámetros de vida.

CuenCanp y su líder, Francisco Javier Laguía, lo ha conseguido y los sigue aumentando; pero con él, Emilio Guadalajara, Julián Recuenco, Diego Villalvilla, Fortunato Muelas, y un sinfín de colaboradores –muchas mujeres, a las que pido disculpas por no nombrarlas aquí– que insisten en provocar realidades satisfactorias.

Por eso, el IDEC, una asociación que fortalece su espíritu entre la historia, el patrimonio y las humanidades, cree en ellos y se une a sus inquietudes y compromisos. Colaborar para mejorar, para enriquecer y para desarrollar el turismo conquense, y el fortalecimiento de consensos y propuestas, siempre será una finalidad y no tanto un objetivo, porque con ello, hacemos más grande y largo el camino.

Juanjo Arteaga, presidente del IDEC, ha firmado ese convenio para que podamos seguir apostando entre variedad, compromiso y aprendizaje, y con ello, aportar un granito de arena más, a lo que podrían ser proyectos de futuro y crecimiento.