Con la llegada del buen tiempo, muchos de nosotros sentimos el impulso de mejorar nuestro físico y salir a correr. Sin embargo, una de las lesiones más comunes que pueden arruinar nuestras buenas intenciones es la periostitis tibial, también conocida como 'síndrome de estrés tibial'. Este dolor en la parte anterior de la pierna se debe a una inflamación del periostio, una membrana que recubre los huesos. Esta condición es especialmente común entre los corredores principiantes o aquellos que aumentan su volumen de entrenamiento de manera demasiado rápida.
A continuación, presentamos seis consejos para reducir significativamente el riesgo de sufrirlo:
1. Aumenta la intensidad gradualmente. Es tentador querer correr largas distancias desde el primer día, pero es crucial aumentar el volumen y la intensidad de tus entrenamientos de manera progresiva. La regla del 10% es una buena guía: no incrementes tu distancia o tiempo de carrera en más del 10% cada semana.
2. Usa el calzado adecuado. Unas zapatillas adecuadas son fundamentales para prevenir lesiones. Asegúrate de usar calzado que proporcione un buen soporte y amortiguación.
3. Corre en superficies adecuadas. Las superficies duras como el asfalto pueden incrementar el impacto en tus piernas. Siempre que sea posible, opta por correr en terrenos más blandos como pistas de atletismo, senderos de tierra o césped.
4. Realiza ejercicios de fortalecimiento. Fortalecer los músculos de las piernas, especialmente los músculos de la pantorrilla y los músculos estabilizadores del pie y tobillo puede ayudar a reducir el estrés en la tibia. Ejercicios como elevaciones de talones, saltos en un solo pie y ejercicios de equilibrio son muy efectivos.
5. No olvides estirar y calentar antes de correr. 
6. Escucha a tu cuerpo. Si sientes dolor en la espinilla, no lo ignores. Detente y descansa. Continuar corriendo con dolor solo empeorará la lesión. Aplícate hielo en la zona afectada y considera consultar a un profesional de la salud si el dolor persiste.