Estrés oxidativo, radicales libres… muerte celular. Todos los seres vivos que necesitamos oxígeno para vivir, generamos procesos de oxidación en nuestras células, es decir, generamos los famosos radicales libres. El problema de los radicales libres de oxígeno es que son altamente inestables porque les falta un electrón. Esta inestabilidad hace que entren en conflicto y produzca daño y muerte celular.
Todos producimos radicales libres, es un subproducto del metabolismo normal de oxígeno. El problema viene cuando su producción se descontrola, y por tanto, genera un exceso de radicales libres, produciendo el famoso estrés oxidativo. Por suerte, contamos con un maravilloso sistema para poder neutralizar los radicales libres y reducir el estrés oxidativo: los famosos antioxidantes. Los antioxidantes donan un electrón a los radicales libres, neutralizándolos y devolviéndoles la estabilidad que necesitan para no dañar las células ni generar mas estrés.
Nuestro cuerpo cuenta con sus propios sistemas antioxidantes, pero otros los aportamos a través de la alimentación y con otros métodos, y es aquí donde interviene Cuenca: el estar en contacto con la naturaleza, tocar la tierra, andar descalzo,… Y es que la tierra es una fuente inagotable de electrones libres que ayudan a neutralizar los radicales libres.
Cuenca reúne unas condiciones espectaculares para reducir nuestro estrés oxidativo… pero debes de 'utilizarla'. De nada sirve tener la naturaleza a cincominutos andando si estás todo el día en la oficina o en casa… Disfrútala, date un paseo por sus hoces, mete los pies en el río, ve a la ermita de San Julián, siéntate en una roca y disfruta, ve a la ermita de San Isidro y respira, ve a la ermita de la Virgen de las Angustias y contempla, reza, medita… Guárdate 15 minutos de tu día para ti y benefíciate de tu entorno, de Cuenca. Tu salud mental y física te lo agradecerá. Eres una persona privilegiada de estar donde estás, vívelo.
«Busca la vida natural y descubre tu potencial humano», tal y como asegura Wim Hof.