Miguel Romero

Miguel Romero


En la iglesia de la Merced brillaron los hijos ilustres

27/01/2025

Sin ninguna duda, la pequeña Plaza de la Merced es uno de los lugares más emblemáticos de nuestra ciudad. Lo es, por su monumentalidad arquitectónica y escultórica, y lo es por su especial recogimiento como ese espacio de profunda espiritualidad en el que ahora se conjuga la historia con la ciencia. Tres esplendorosas fachadas de traza barroca, levantadas sobre palacios góticos: palacio viejo de los Hurtado de Mendoza por un lado, y el del conde de Siruela, por el otro. En su interior, recogimiento, silencio y lectura, son las premisas que mandan.

La iglesia de la Merced, maravillosa en su decoración barroca fue en tiempos lugar de culto del convento de la Merced Calzada, cuando trasladó su congregación desde su antigua ubicación en tierras de la Fuensanta hasta este lugar. Después de la desamortización y de circunstancias casuales, los mercedarios se marchan de Cuenca y este edificio es ocupado por la Esclavas del Santísimo Sacramento y la Inmaculada, congregación fundada en el siglo XX, en la localidad de Málaga, por María del Rosario del Espíritu Santo. Monjitas que cariñosamente llamamos, 'Blancas', y que allí habitan.

Y en esa iglesia, situada al lado del actual Seminario Conciliar de San Julián, donde los anaqueles de cuidada madera albergan libros, legajos, documentos y papeles, dando vida a la gran Biblioteca del Seminario, tuvo lugar ayer el reconocimiento a esos ilustres de nuestra ciudad, Predilectos y Adoptivos, que nuestro Ayuntamiento ha querido nombrar como ejemplo de conquensismo, dentro y fuera, en esa demostración de defender y divulgar los valores que nuestra sociedad posee.

Mari Carmen y sus muñecos y José López Martínez, 'Pepe el de La Playa', ambos a título póstumo; y Joaquín Caparrós y Gustavo Torner, actualmente en vida, fueron los elegidos y los aplaudidos. Enhorabuena Cuenca.