Después de las fiestas mateas, vividas con intensidad en el Casco Antiguo de la ciudad, de honrar al patrón evangelista y escuchar buena música en las verbenas del fin de semana y, también, después de la reunión de nuestro alcalde y nuestra concejala de Turismo en Córdoba con motivo del encuentro sobre Ciudades Patrimonio y Turismo, nuestra ciudad ha vuelto a estar presente en otro importante evento: el XLIX Congreso de la Real Asociación de Cronistas Oficiales de España (Raeco), que se ha celebrado en la ciudad de Mérida, entre los días 27, 28 y 29 de septiembre.
Sin duda, la proyección de Cuenca, como ciudad patrimonio, con todas sus virtudes y bellezas, nos debe de ayudar a consolidar mecanismos de desarrollo –tan necesitados– para seguir progresando en ese nuevo enfoque que necesita. Por eso, Mérida ha recibido al cronista oficial de nuestra ciudad, un servidor, para estar representada y para ofrecer, como siempre es habitual y necesario, apuestas de colaboración en un futuro próximo. Nuestra provincia es rica en yacimientos romanos y, ahora con la villa romana de Noheda, la ciudad tiene un nuevo icono de turismo e historia a disposición del visitante. Esa razón ha fortalecido todavía más los vínculos históricos y patrimoniales de ambas ciudades: Mérida y Cuenca, consolidando a su vez la necesidad de seguir caminos paralelos y siempre generosos hacia nuevos horizontes de desarrollo cultural.
La civilización romana supuso para Hispania una transfiguración socio-cultural de inmensa trascendencia y, afortunadamente, nuestra provincia fue centro de un emporio económico y comercial generado por la industria del lapis specularis, gracias a los numerosos yacimientos y extracciones. Tal hecho desarrolló ciudades como Segóbriga, Ercávica, Valeria y la villa de Noheda. El encuentro obligado entre Cuenca y Mérida ha servido para reforzar lazos culturales que pueden beneficiar nuestra apuesta turística.