Cuando a finales de agosto de 1989, en el Hotel Torremangana, asistimos a la presentación de un equipo de balonmano que se iba a llamar BM Madrid-Cuenca en Primera División, todavía no se llamaba liga Asobal, pocos pensábamos que 35 años después, la ciudad seguiría teniendo un equipo en Asobal. Aquel Madrid-Cuenca era el extinto y glorioso Atlético de Madrid que el entonces presidente Jesús Gil había eliminado como sección del club. Una temporada duró en Madrid con el patrocinio de TNT Uniexpress que un mes antes de iniciarse la temporada comunicó que abandonaba el patrocinio. El equipo se quedó sin cancha y sin afición, de la noche a la mañana, y al entonces presidente José Moreno de los Ríos, empresario madrileño, pero nacido en tierras conquenses, se le ocurrió jugar en Cuenca. Llamó al Ayuntamiento y a través del concejal de Deportes, Ramón Pariente, nos encontramos que, sin comerlo y beberlo, Cuenca tenía un equipo en la máxima categoría del balonmano español.
La directiva presentó al equipo el jueves y el sábado jugó su primer partido de la liga en Málaga ante el Puleva Maristas. En la segunda jornada tocó recibir al Teka de Santander ante un público que acudió en buen número al Sargal para ver a 'su' equipo, conformado entre otros por el portero Miguel Herrero, el histórico Cecilio Alonso, o los carismáticos Orencio Alhambra o Jacobsen, el danés vegetariano. El carnet de socio nos costó 500 pesetas. Ahí empezó una historia que todavía sigue viva en El Sargal, aunque, sinceramente no sabemos por cuánto tiempo visto el rumbo que ha tomado la competición, sobre todo, las exigencias que Asobal exige desde que se ha profesionalizado.
Treinta y cinco años después de aquella presentación en Cuenca, el club cambió de nombre a Sociedad Conquense de Balonmano, desapareció por deudas, pero compró una plaza en Primera División, entonces tercer escalón, con el nombre actual de BM Ciudad Encantada. De esas 35 temporadas, el club habrá jugado 21 de ellas en la máxima categoría, contando la presente. Es pues, un club histórico del balonmano español. Ahora bien, ¿tiene capacidad social y económica para seguirlo siendo?
En la presentación del equipo, hace una semana, el director ejecutivo de Rebi, la empresa que da nombre al equipo por tercer año consecutivo, al mismo tiempo que reafirmó su compromiso patrocinador, también pidió que más empresas conquenses se sumaran al proyecto. Hoy las dos empresas que patrocinan al club, la otra es ToroVerde, no son conquenses.
Pero con ser inquietante lo dicho, lo que nos preocupa es que el eterno presidente Isidoro Gómez ha intentado dejar la presidencia en varias ocasiones, esta temporada además un club sin deuda alguna, y no ha encontrado relevo alguno en el aficionado conquense. Sigue estando porque, a punto de finalizar el plazo, no había candidatura alguna a la Presidencia. La pregunta es, si nadie quiere ser presidente, ¿cómo pretendemos tener un club, más en Asobal? Avisados estamos.