José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


Francia entre Pinto y Valdemoro

10/07/2024

Entre que gane la extrema izquierda y gane la extrema derecha, es una decisión de los franceses que hay que respetar. ¿Por qué Macron no ha pedido un cordón sanitario respecto a la extrema izquierda? Por el miedo a la extrema derecha que recordemos sacó más del 33% de los votos en la primera vuelta. No está mal para ser de extrema derecha. Luego Macron se puso del lado de la extrema izquierda, a costa de perder todos los votos que ha perdido en la segunda vuelta. Pero con independencia de quien vaya a gobernar en Francia que será objeto de muchas negociaciones y pactos, la tercera parte de los franceses son muchos franceses. La cuestión viene de lejos. La izquierda, los socialistas, los comunistas y los trotskystas han ido cayendo, subiendo, desapareciendo y volviendo a aparecer mientras que la extrema derecha ha ido consolidando su postura desde hace muchos años.
Macron inventó el centro y ganó las anteriores elecciones y por eso es presidente y no ha convocado elecciones presidenciales porque quiere seguir siéndolo. Pero la extrema derecha cuando ganó Macron ya le andaba pisando los talones. Entre la derecha, -Macron no es ni siquiera socialista-, y la extrema derecha, tienen una mayoría absoluta en Francia sin ninguna discusión. Pero la derecha no va a apoyar a la extrema derecha ni ésta a la derecha. No tienen programas ni parecidos. Los de Le Pen han captado todos los votos de los franceses que se sienten inseguros, de los delitos que se cometen ahora en Francia, de los guetos, de las mezquitas, de los atentados, de que en una discoteca hace poco los islamistas mataron a 200 personas y dejaron a otras 1000 heridas. No importa la economía para esos franceses, no importa la policita de asuntos exteriores, ni los impuestos, ni el paro, ni ninguna otra cosa que paralizar la sangría que se puede producir y se viene produciendo en Francia por falta de unos gobiernos con la suficiente firmeza para mantener al país a salvo. Una guerra civil dijo Macron que era posible. Sin duda que Macron exageró para arrimar el ascua a su sardina, pero es verdad que una tercera parte de Francia vive entre el miedo y la desconfianza de que los socialistas y ahora los centristas de Macron puedan hacer frente a la oleada que les ha caído encima. El país más rico del mundo en manos de … ¿Quién? La extrema izquierda ya sabemos cómo funciona, y si no que se lo digan a los cubanos, a los coreanos del norte, los venezolanos o los mejicanos. La extrema derecha todavía no sabemos cómo podría haber funcionado si hubiera ganado, pero su programa principal es acabar con la inmigración ilegal y la inseguridad; lo demás son palabritas de acompañamiento. Ayer, a la mitad del mundo, le faltaba el aliento, y hoy han respirado más o menos la mitad de los franceses. A la otra mitad le falta la respiración. La cosa va a seguir igual, porque Macron ha estado hábil, se ha quedado de presidente y la extrema izquierda no tiene mayoría absoluta, por lo que si quiere tocar pelo se tiene que aliar con el partido de Macron.