José Luis Pinós

Cal y arena

José Luis Pinós


La gotera en el pabellón que no estaba invitada

27/08/2024

Como estaba previsto –de ello le hablamos en esta columna la semana pasada–, Cuenca fue escenario del Campeonato de Europa Individual de Squash, un evento organizado por el Ayuntamiento en colaboración con la Diputación y la Junta de Comunidades. Más de tres años de gestiones del Cuenca Squash Club con la Federación Española de Squash, también con la Europea, permitieron traer este campeonato por primera vez a España, tras el apoyo recibido por distintas administraciones. El Ayuntamiento montó una pista transparente en la pista central del pabellón San Fernando, además de rehabilitar las otras cinco pistas con las que cuenta esta instalación deportiva, lijado, pintado y cambio de iluminación. Tras estas obras, se considera que Cuenca tiene unas las mejores pistas de squash del país. El esfuerzo realizado por el Ayuntamiento hay que reconocerlo y valorarlo, sobre todo teniendo en cuenta lo poco o nada que invierte en mantener las instalaciones deportivas municipales.

Sin embargo, cuando el alcalde Darío Dolz manifestaba, el día de la presentación del campeonato, que la celebración del mismo supondría «una repercusión nacional e internacional, así como turística» no se imaginaba que la lluvia iba a ser triste protagonista del evento. Las tormentas del jueves y el viernes provocaron goteras en la pista principal del pabellón y, en consecuencia, en la pista de cristal instalada para el campeonato. Ello motivó el aplazamiento de algunos de los partidos en eliminatorias decisivas, ante el desconcierto de los participantes y el enfado de los espectadores, eso sí, muchos de ellos acostumbrados a las goteras del pabellón El Sargal. Califiquen como quieran la escena. La verdad es que es mala suerte que lloviera, como llovió, en estas fechas de agosto en Cuenca, algo reservado para cuando entraban en escena los toros por San Julián (como se pudo certificar en el festejo del domingo), pero me cuentan que es habitual que en este pabellón haya que echar mano de los cubos en la pista cuando llueve.

A todo esto, hay que resaltar el excelente estado del césped de La Fuensanta, gracias al trabajo realizado por la empresa que contrató el Ayuntamiento. Un césped de lujo con el que encarar la ilusionante temporada en Segunda RFEF, pero hay un problema. Resulta que el Ayuntamiento decidió un año más celebrar los conciertos por San Julián en La Fuensanta, conciertos que coinciden con el inicio de la liga, conciertos que dejarán su huella negativa, en mayor o menor medida, en el hoy perfecto césped. O sea, pago por mantener el césped y luego decido celebrar conciertos para dañarlo. Eso es lo que hace el Ayuntamiento de Cuenca. Una medida que, en principio, ha obligado a jugar en el Cristina Martínez (complejo Luis Ocaña) el primer partido del Conquense en casa, salvo el milagro de que en una semana los daños en La Fuensanta se puedan solucionar. Ojalá se produzca el milagro.