Cuando Pío Baroja visita Cuenca en el año 1922 se fraguó uno de los proyectos más importantes para la ciudad de Cuenca, una vez que la palabra Turismo como tal, empezaba a tener fundamento dimensional. Y es que el escritor donostiarra de la llamada Generación del 98, sintió nuestra ciudad como ese paraíso necesitado de proyección hacia los demás cuando pateaba cada calleja a golpe de boina vasca y pasos medidos.
Era observador, sentía el patrimonio y tenía una conciencia dotada de esa especial agudeza para potenciar ese «ver en lo que es» como decía Stendhal, a quien cita en su obra Juventud.
Por eso, apoyó con fuerza la edición de lo que sería la primera Guía oficial de turismo de Cuenca, editada por su Museo Provincial en 1923, con maravillosos textos y excelentes fotografías. Fue un éxito. La parte central de la Guía la ocupó el texto del propio Pío Baroja donde contaba la leyenda de El Degollado y confabuló con sus amigos y conocidos para que también participaran en ella. Por eso, Giménez de Aguilar y Rodolfo Llopis, compañeros de viaje, dejaron su impronta en un texto narrativo de alto valor donde las singularidades de esta ciudad castellana quedaban dignificadas.
Por eso sus magníficos recorridos a la luz de la luna, analizando sus riscos de las Hoces, las piedras en las que se sentaba mirando al horizonte o su maravilloso artículo de la Casa de la Sirena. Le ayudó Odón de Buen y Zomeño. Excelente aquel trabajo.
Ahora, en este año 2023, cuando cumplimos centenario de aquella Guía de Cuenca primera, se han publicado –por parte de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Cuenca- unas nuevas Guías oficiales de Turismo: Guía general Sentir Cuenca; Guía de Patrimonio, Arte y Cultura; Guía del Espacio Natural y Guía MICE, con la clara intención de volver a ofrecer al visitante, -sin olvidar al local- de un apoyo vanguardista, original y práctico, mostrando las excelencias de nuestra ciudad y entorno natural, con planimetría de complemento, códigos QR y un apoyo virtual que pueda dignificar su contenido y hacer novedoso y moderno en estos tiempos, en los que el turismo cultural está colocado como primera «necesidad» de ocio, entretenimiento, aprendizaje y diversión, sin olvidar la faceta profesional en esa calidad que puede derivar en Cuenca, ciudad de Congresos y Exposiciones. Yo he disfrutado como partícipe.