Miguel Romero

Miguel Romero


La Puerta de Valencia, entre Bicio y turismo

19/07/2023

Vaya pues, por delante, que el título a mi crónica no destila ningún elemento peyorativo con afán de desprestigiar el ambiente, ¡no!, sino que ofrece una apuesta que se ha convertido en clave de moda y que no es otra que conjugar en este bonito rincón de nuestra ciudad al que todos llamamos cariñosamente Puerta de Valencia, un punto de excelente ambiente al lado del bar o pub Bicio concentrando a cientos de jóvenes y menos jóvenes al lado de una cerveza, café o copa, mientras enlazan con mayor firmeza esos sentimientos de amistad o de compañerismo, o simple y llanamente, de convivir en ambiente moderno y distendido.

Cuenca tiene eso. De vez en cuando, y sin motivo aparente, un lugar de la ciudad, un rincón o un espacio, se pone de moda, y la juventud –lindo tesoro– con sus mejores galas y apadrinando belleza y frescura, alterna a golpe de tambor, entre risas y músicas.

Y eso está sucediendo, los jueves, viernes y sábados, en este rincón llamado Puerta de Valencia, donde el río Huécar discurre lento, los patitos nadan entre sus aguas, y el Cristo del Amparo –antes Cabildo de Santa Catalina de Monte Sinaí– desde su espadaña, bendice alegremente a todos cuantos aquí se congregan. El convento de las Madres Concepcionistas, la Posada de San Julián en la esquina, la calle de los Tintes, los restos amurallados del antiguo convento de las Bernardas y la calle de los Carpinteros, siguen siendo testigos de este nuevo enfoque divertido y ameno, en el que –casualmente– los alumnos en formación de Instituciones Penitenciarias han conseguido unir y estrechar lazos con nuestra juventud para dejar sentir eso de que Cuenca es ciudad generosa, hospitalaria y bella.

Por eso, bienvenido sea un nuevo rincón de ambiente porque en ello se debate la necesidad de recrear el espíritu del conquense, rebuscar cánones de desarrollo turístico y animar, cultural y ociosamente, cada uno de nuestros patrimoniales rincones.