Miguel Romero

Miguel Romero


El Cerro de la Horca tiene estrella

17/07/2024

En nuestra ciudad, las curiosidades superan a las anécdotas. Sin duda, el Casco Antiguo de Cuenca, como Patrimonio de la Humanidad que es, sigue siendo nuestro icono turístico por excelencia; pero hay otros muchos rincones de la ciudad –mal llamada nueva– que merecen también nuestra atención y que deberían ser punto de encuentro de vecinos y visitantes en gran parte de los momentos del año. Uno de ellos es el barrio Cerro de la Horca, el mismo que ahora ha decidido cambiar su nombre y buscar esa Estrella que le guíe en su desarrollo y acontecer.

Sin duda, esta parte de la ciudad se ha extendido con mucha rapidez, ha alargado su espacio urbano en construcción, urbanización y población; siendo, sin duda, uno de los barrios más en expansión de la Cuenca moderna. Y entre esas particularidades el nombre de barrio Cerro de la Estrella viene a definir –si cabe– ese deseo de seguir brillando ante las adversidades, las dificultades socioeconómicas y las calidades de una vida que siempre atisba contradicciones.

Tal vez, este lugar de peso histórico en tiempos pasados, donde los carreteros hacia La Mancha cruzaban camino, dejaban que sus acémilas bebieran agua en el abrevadero que el río Moscas dejaba abierto y sus comerciantes se refrescaran en la fuente de Las Arenotas, sigue inmerso en explorar nuevos retos, con una asociación de vecinos activa y con unas fiestas que provocan ese reencuentro entre animación, verbena, pregón y concursos. Por eso, me sentí bien cuando el cantautor Moraga me ofrecía ser pregonero de sus fiestas, y ahora también me ha pasado, cuando mi amiga la poeta Raquel Carrascosa lo ha hecho con dignidad y solvencia; provocando con todo ello que este barrio, histórico por aquellos antiguos lavados de lana; artístico por haber residido en él artistas del barro, como los Navarro o Hernansanz, y prometedor por abrir ese espacio sanitario que el nuevo Hospital Universitario de Cuenca ofrecerá en poco tiempo.