Leo Cortijo

Leo Cortijo


ToroVerde o el concurso de todos

22/01/2024

Uno de los grandes proyectos de esa Cuenca 2.0 con la que sueñan los conquenses parece que va muy en serio. Desde hace meses –y el origen está en un primer titular de La Tribuna–, conocemos que una empresa de origen puertorriqueño, ToroVerde, tiene la intención de instalar muy cerca de la capital un parque de ecoturismo y aventura que promete, entre otras cosas, la contratación de hasta 500 personas, y es que junto a éste hay planteado un hotel. Desde entonces, ríos de tinta y horas y horas de radio y televisión informando de las visitas de los promotores a la ciudad, de distintas reuniones de trabajo y de viajes al país de origen para conocer en primera mano la realidad que Cuenca ansía llegar a saborear. Todo se fraguó en un gran acto con rúbrica de por medio y con una hoja de ruta definida. Entre esos ríos de tinta también los hubo que mostraron sus dudas al proyecto sobre todo por si éste era de la envergadura que en un principio se anunció.

Así todo, y con la meta primigenia de 2025 en el horizonte, ToroVerde ha nombrado a Luis Noé Sánchez como nuevo director de operaciones del parque. Originario de Cuenca, Noé es la horma del zapato que el proyecto necesita para 'coser' con Cuenca. Conoce a la perfección el sector turístico y el peso que éste tiene en la región en general y en Cuenca en particular. Es una mente preclara cuando se habla de economía exterior y desarrollo de producto. Con él, la empresa pretende integrarse en el ecosistema turístico y empresarial de la región y avanzar en su puesta en marcha. Además, gestionará la coordinación administrativa, las relaciones institucionales y la comunicación. Como punto de partida, la empresa va a iniciar una ronda de contactos con organizaciones empresariales, agencias de promoción, asociaciones, medios de comunicación, partidos políticos y resto de colectivos con el objetivo de sumar esfuerzos para que el barco de ToroVerde llegue a buen puerto.

Todo por y para Cuenca, no hay otro camino posible. Un nombramiento así no es casualidad y evidencia que se quiere hacer las cosas bien. Un proyecto de este peso no cristaliza así como así, y es necesario del concurso de muchos de aquellos que 'mueven' Cuenca para conseguirlo. No basta con una empresa que lo motive y una clase política que lo arrope. También se necesita una serie de agentes sociales que crean en ello y lo quieran con fuerza. En esto, como en todo lo que suponga progreso para Cuenca, nos jugamos mucho. Ahora más que nunca hay que cruzarse a pitón contrario.