Soy un admirador eterno de la figura de Lucas Aguirre, nacido en Cuenca en 1800 y librepensador por excelencia. Nadie mejor que él supo entender a la ciudad que le vio nacer y nadie mejor que él pudo impulsar el desarrollo pedagógico en ella. Liberal de cuna por sus padres Andrés Aguirre e Inés Juárez, procedentes de Burgos, masón porque entendió las razones de la solidaridad como emblema de formación, pedagogo porque supo aplicar los conocimientos educativos en esa escala de valores que hacen de la formación una razón para educar y luchador en aquellas Asociaciones de Amigos del País cuando el absolutismo seguía imperante en España y parte de Europa. Todo un maravilloso ejemplo a seguir.
Lucas Aguirre promovería las Escuelas para niños en nuestra ciudad y en otras como Madrid, durante la segunda mitad del siglo XIX, creando las Escuelas Aguirre en Siones, Cuenca y Madrid capital, siendo impulsor del movimiento del krausismo, lo que se convertiría en la Institución Libre de Enseñanza. Sus centros educativos seguían la corriente pedagógica de Fernando de Castro y la pestalozziana-froebeliana europea, ya que apostó por la llamada Escuela Popular.
Y así ha sido su herencia, porque en ese edificio que albergase las Escuelas Aguirre en esta su ciudad natal, ahora, está la Biblioteca Municipal que rige Olga Muñoz y que tanta actividad desarrolla día a día; en este edificio están las oficinas de la Concejalía de Cultura y parte del Archivo Municipal, siguiendo con ello, las ideas que su fundador estableciese para dejar su Fundación para todos los ciudadanos conquenses.
Pero, si aún fuera poco lo dicho, en parte de este magnífico edificio, céntrico y bien situado, se encuentra el Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA), dirigido por Nuria Yebra y un elenco de profesores que saben educar y enseñar de la manera más pedagógica y con estrategias excepcionales –tal como su maestro fundador indujese- teniendo en cuenta que la formación de Adultos es clave en el entendimiento de una sociedad integral en la que los valores y el conocimiento –a cualquier edad- siguen siendo la clave del progreso social.
Los departamentos de Comunicación, Social y Científico-Tecnológico conforman la base de una formación completa del CEPA, sin olvidar la Orientación como apoyo a la formación indiscutible. Las Enseñanzas regladas para la obtención del Graduado en Educación Secundaria, así como la formación para el Acceso a la Universidad y diversidad de talleres en el que los Idiomas son pieza clave, conforman una programación de Enseñanzas de alta cualificación. Los programas de Garantía Juvenil en la Formación Profesional, el Español para extranjeros, las pruebas libres para acceso a la FP, actividades de Ofimática y Aula Mentor, siguen siendo oferta especial para todo aquel colectivo de adultos que desee acceder y conseguir su formación como individuo.
Lo dicho, Lucas Aguirre dejó una herencia imperecedera, llena de ilusión y clave para la sociedad contemporánea que nos ha tocado vivir. Enhorabuena CEPA.