Una feria es una feria y a este Fitur se le está poniendo cara de feria de las de antes, de trasiego, de gente, de negocios, de apertura, de 'clin clin caja'. Y lo hace en un contexto en el que España se apuntala como el eterno 'poursuivant' persiguiendo el liderato en una carrera por el maillot amarillo de país que más visitantes extranjeros atrae, sólo por detrás de Francia, instalado en la 'tête de la course'. Con las playas derramando turistas al mar desde que Mayra Gómez Kemp regalaba apartamentos en el '1, 2, 3', ensancharse como destino de interior ha sido una de las claves para ganar clientes en este país, al que al rascar el sol, las tapas, la sangría y el 'tocotó' de la primera página del catálogo, se le abren las costuras para descubrir sus parques naturales, sus fiestas, sus museos y su tremendo patrimonio histórico.
Cuenca, que como epicentro del centro ha sabido aprovechar su condición de 'mitad de camino' entre Madrid y Valencia para agrandarse como destino de fin de semana para el turista nacional, tiene ahora la obligación de levantar la mirada y gritar su mercancía en otros idiomas. El domingo, el stand institucional de Castilla-La Mancha dedicará la jornada a la provincia de Cuenca, el día más vistoso para lucirse. El menú, de partida, es inmejorable. Una muestra perfectamente equilibrada de todo lo que tenemos que ofrecer para desestacionalizar las visitas y tocar todas las teclas, con reclamos que van desde el patrimonio hasta el turismo de efemérides. Abrirán boca Cañete, Priego, Saelices, Vega del Codorno y Tarancón, un repóker que va más allá de La Alvarada y Segóbriga; el Año Zóbel tendrá protagonismo en el centenario del nacimiento del filipino que delineó nuestro paisaje; y el Valle del Cabriel se exhibirá como Reserva de la Biosfera.
Nos sacaremos brillo como destino de senderismo, aventura y ecoturismo; Belmonte lucirá su Castillo como paraíso medieval; y municipios como Mota, Horcajo, Beteta o El Pedernoso tendrán también su espacio. Y no hay turista que no coma. Kadon, La Playa, el Mesón Sierra Alta de la Vega y el histórico Moya de Landete se harán cargo de hacer menear el bigote a todo aquel que pase por el mostrador de Cuenca; con Mari Paz Marlo o Carlos Cañas (Casas Colgadas) haciendo magia en forma de showcooking.
La madre de todas las guindas la pondrá ToroVerde, que empieza a coger forma de algo más que una declaración de intenciones. Fue en Fitur de 2022 donde la diplomacia empezó a tejer la alfombra roja institucional para su llegada a nuestra provincia, y ahora que cristaliza, lo menos que podía esperarse era ver instalada en Ifema a la hermana pequeña de lo que será la tirolina más grande del mundo a cargo de la empresa.
Y así, deslizándose por la tirolina, desembarcó García-Page en el estreno de este Fitur. Al principio me recordó a Manuel Fraga bañándose en Palomares para demostrar que «aquí no pasa nada». Pero, por cómo se le torció la mañana, acabó pareciéndose más a Jon Snow entrando en Invernalia.