Leo Cortijo

Leo Cortijo


Las dos formas de expresarse

13/11/2023

Fin de semana intenso en la Cuenca de mis amores. Al mediodía del domingo –como en todas las capitales de provincia del país– había prevista una concentración promovida por el Partido Popular en defensa de «la igualdad de los españoles y en contra de la amnistía». Allí estuve. Ese gen periodístico con el que vine al mundo me animó a estar presente sobre el terreno para conocer de primera mano y ver con mis propios ojos todo lo que sucedía. Observé cómo entre 3.000 y 3.500 conquenses abarrotaban el centro de la ciudad enarbolando banderas de España. Todas constitucionales, por cierto. No creo, no vi ninguna al menos, que no debiera estar allí. Sí hubo algunos insultos al presidente del Gobierno, pero nada de cánticos que nos retrotrayeran a épocas pasadas. Y, sobra decir, todo esto sin ningún tipo de incidente ni sobresalto. De hecho, lo que predominaba en la concentración eran familias enteras y muchos grupos de jóvenes amigos. Ayer en Cuenca todo el que quiso que su voz se escuchara en contra de los caminos que ha tomado Sánchez, lo ha conseguido y, además, dando ejemplo en la práctica totalidad de los casos.

Por eso no tiene que pasar de lo excepcional, pero sí profundamente cuestionable, lo que ocurrió justo 24 horas antes. El sábado, de madrugada, dos, tres o más descerebrados (uno solo no suele hacerlo) vandalizaron la sede del PSOE. La Casa del Pueblo amaneció con pintadas, la mayoría de ellas faltando al respeto tanto al partido como a su máximo responsable nacional. Igual que no hay nada que se le pueda reprochar a lo que ocurrió ayer, en esta segunda forma de expresarse hay que ser contundentes, sin remisión ni ambages. Ante esta forma de actuar solo cabe el más absoluto de los rechazos y nuestra oposición frontal.

Pero es más, personalmente, no creo que ir a manifestarse a la sede de un partido político sea lo correcto. Está ocurriendo ahora todas las noches en Ferraz, sin ir más lejos. El PSOE es un partido umbilical en la historia de España. Trascendental y primordial en buena parte de los avances –en todos los sentidos– que han situado a España en la vanguardia a nivel mundial (pienso exactamente lo mismo del PP). Ahora el PSOE está en manos de quien está y hace lo que hace; pero el PSOE, como partido decimonónico que es, está muy por encima de eso. Además se da la circunstancia de que en esta tierra, Castilla-La Mancha, Sánchez no ha encontrado, precisamente, muchos aliados en sus filas en esta deriva hacia la Presidencia. Un ataque, por tanto, fuera de todo lugar.