Leo Cortijo

Leo Cortijo


El final de los amores de verano

02/09/2024

Nadie ha cantado jamás a los amores de verano como Manuel y Ramón. El inicio de aquella mítica canción, tan popularmente conocida como empalagosamente melodiosa, no pasa desapercibido para nadie: «El final del verano llegó y tú partirás...». En este preciso instante, mientras lee estas líneas, seguro que ya resuena en su cabeza y seguramente también siga sonando a lo largo del día de hoy y hasta incluso la cante entre dientes, porque pegadiza es un rato. Por las fechas en las que nos movemos, además, es muy recurrente para piezas periodísticas de radio o televisión, o para dar pie a artículos como éste. Porque sí, el verano se acaba. Cierto es que los conquenses tenemos una segunda bala en la recámara y que el regreso a la (bendita) rutina no es cien por cien completo hasta que se resguarda en los patrimoniales corrales de la Plaza Mayor el último pitón enmaromado... 

Salvando nuestras fiestas mateas, podemos decir que septiembre es sinónimo de 'vuelta al cole' y atrás quedan semanas y semanas de horarios disfuncionales, cañas y tapas en las terrazas y helados nocturnos, viajes a los pueblos que nutren nuestro corazón y estancias en la playa o en la montaña... si se ha podido, si no, pues tan rícamente en Cuenca que ésta es una ciudad maravillosa para vivir. Incluso en verano. Los que también guardan al bañador o el bikini en el cajón hasta el año que viene son los políticos. Arranca un nuevo curso, que nos llevará hasta junio con una libreta de tareas pendientes hasta arriba. Es cierto que sus 'hermanos mayores' de la política nacional han descansado entre poco y nada. Éste ha sido un verano movidito, cuanto menos. Nuestros munícipes, por línea general, sí han tenido unos días de abandono total.

Toca ponerse manos a la obra. Para los que gobiernan, hay una serie de asuntos pendientes, basta con dar continuidad a la retahíla de obras que se encuentran en ejecución. No son pocas. De hecho, no hay que parar, esta ciudad no se puede permitir dar un paso atrás ni para coger carrerilla. Si como aseguran, Cuenca ha cogido velocidad de crucero, es hora de demostrarlo en los próximos meses, rumbo firme hasta el ecuador de la legislatura. Los que no gobiernan y deben hacer su labor de oposición tienen que seguir con ese espíritu fiscalizador. Es su papel, y desempeñado de forma coherente y cabal, puede resultar muy útil para el desarrollo de la ciudad. Vamos a ver si el amor de verano, tal y como cantaba el Dúo Dinámico, recuerda o no todo lo vivido.