Sin duda, no podía haber mejor entorno para el adiós de Jesús Mateo Navalón que la iglesia que tanto frecuentó. Era, como dijo el párroco en su sepelio, un «hombre muy leído» y como tal en esa expresión, sabía, estudiaba y explicaba todo cuanto albergaban los muchos libros que en casa tenía. He sentido mucho su pérdida, sobre todo, por lo que me hizo aprender, por compartir tantos y tantos momentos y por dejar sentir siempre su visión empírica de una sociedad que anhelaba mejor. Empeñado estaba en que un servidor escribiera parte de su historia, la de sus padres y abuelos, y supo mantener hasta sus últimos minutos ese espíritu humanista que siempre le definió y que marcó ese claro objetivo cuando fundó ese foro de encuentro donde la cultura, la ciencia y la filosofía se unían para compartir ilusiones y propuestas: Ágora.
Por eso, ha sido en la iglesia de San Esteban, un lugar histórico. Me explicaba tantas veces la primera ubicación del antiguo convento franciscano y me enseñaba los dibujos de Van de Wyngaerde (1565) y de Llanes y Massa (1773), donde bien se apreciaba aquella primera ubicación franciscana de la Orden Tercera. La Desamortización de Mendizábal lo hizo desaparecer, permaneciendo solo la iglesia hasta el año 1961. Después, la nueva parroquia de San Esteban que rige en la actualidad, en proyecto novedoso y moderno, y a la que él asistía con mucha regularidad. Ella ha sido la última casa de acogida para su cuerpo, en una misa de difuntos que ha congregado a cientos de conquenses que llenaban la iglesia y los aledaños, para dar su último adiós a quien tanto se esforzó en su etapa de político como en su etapa de ciudadano de a pie, haciendo valer sus deseos y recordando cuando en su tiempo pasado ayudó a que las murallas del Huécar respirasen aroma de tiempos históricos, luciendo lucir sus lienzos y sus torreones circulares a través de una mirada al tiempo.
No hay duda que se ha ido un «buen hombre», que hizo cultura y ayudó a soñar con mejorar la sociedad y que, en cada encuentro, en cada foro y en cada situación, se dejaba notar para reafirmar su opinión personal basada en formación y experiencia.