El pasado miércoles 22, festividad de Santa Cecilia, la Banda de Música de Cuenca conmemoró a su patrona y lo hizo con toda solemnidad como en esta agrupación es costumbre. Según se citan en las llamadas Actas de Santa Cecilia (romances píos según la Enciclopedia Católica), que son unos textos anónimos hallados en el año 480 d.C., el romano Turcio Almaquio, Prefecto de Roma, sometió a martirio a Cecilia, para que admitiera su culpa después de asesinar a Valeriano y a su hermano (también convertido al cristianismo). Sufrió una muerte horrible. Se le intentó ahogar en su propia casa y al no morir, intentó ser hervida viva y al sobrevivir también a esa macabra situación, sería decapitada. Parece ser que durante el entierro sonarían unos instrumentos musicales y puede que eso fuera –sigue en el misterio–, la causa de que fuera nombrada Patrona de la Música en el año 1594 por el papa Gregorio XIII.
Lo cierto es que así es, y como tal, cada año, los músicos de Cuenca lo celebran y la Banda Municipal conmemora tal acto con una misa mayor en la parroquia de El Salvador, oficiada por su titular Don Gonzalo, para después de haber interpretado alguna composición en el templo, descender a sus dependencias situadas en el Pósito, para concelebrar con un aperitivo y charla distendida esta fiesta patronal.
En este maravilloso edificio histórico de la ciudad, Pósito Real en su momento, levantado en el año 1569 –según cita la web del Instituto Cervantes–, siguió las instrucciones del maestro cantero López de la Vaca. Debido al cambio climático y la escasez de granos en determinados momentos de su historia, pasaría por otras etapas con usos diferentes, siendo un regimiento militar quien lo ocupase en el siglo XVII. Mediante unas modificaciones arquitectónicas efectuadas durante la centuria siguiente, la edificación admitió las ventajas del rococó. Admirable el uso que hicieron los alarifes de la sillería y la mampostería. Ahora alberga las dependencias de almacén, vestuario, oficina y ensayos de la Banda Municipal de Cuenca y esperando que un día pueda ser totalmente rehabilitado y expuesto a uso público –así se expresa la citada página web–. A su lado, las aguas plácidas del río Huécar, le dan el toque romántico a este rincón urbano.