En el Salón de Actos que tiene el Ayuntamiento –dentro de su edificio oficial de la Plaza Mayor– tuvieron lugar las decimoquintas Jornadas Antropológicas de San Mateo, una año más, y dentro de ese proyecto de Cuenca Histórica que organizamos la Asociación de Peñas Mateas y un servidor.
Fue el viernes 8 de este mes y comenzaron a las siete y media de la tarde. En las mismas, la presencia del alcalde, algunos concejales y un nutrido número de asistentes, pudieron disfrutar de una jornada intensa, en la que no faltó la música y la palabra. Lo primero, en boca y maestría de Tiruraina, haciendo con ello homenaje a los desaparecidos Herminio Carrillo, padre e hijo, fundadores del grupo; y lo segundo, de manos del miembro del jurado, la profesora Pilar Gómez Couso, encargada de fallar los Premios de Novela Cuenca Histórica, en su octava edición.
La verdad es que me encontré a gusto porque quince años promoviendo estas jornadas con actividades multidisciplinares, donde la fotografía, los homenajes al pregonero y a los novelistas, música siempre a cargo de Tiruraina, adaptación en vestuario medieval, presentación de la programación y proyección de documentales, conforman una jornada intensa y emotiva.
Un poco antes, varios actores habían protagonizado el Pregón del Mercado como inicio de esta Cuenca Histórica. Pero quería aprovechar este espacio para hablar del escritor Manuel Amores Torrijos, quien con su obra Un rey y una Reina para Cuenca ha ganado esta edición, gracias a un excelente trabajo de investigación, con una narrativa clara y sencilla, muy bien escrito y aportando una bibliografía de consulta ingente, algo que le da ese plus investigador a la obra ganadora de este reconocido premio conquense. Este prolífico escritor, natural de Torrubia, nos sorprende años tras año, con obras interesantes, como la última editada y presentada en la Biblioteca Pública Fermín Caballero bajo el título de Soldados de Cuenca. Enhorabuena al escritor ganador y a la organización del premio literario.