Del recinto ferial, al lado de frustrado proyecto del Bosque de Acero, donde niños y adultos han compartido alegrías, diversión y concursos, vamos a pasar en esta semana al Casco Antiguo, al lugar que siendo Patrimonio de la Humanidad, servirá de decorado teatral para la recreación histórica de la conquista de esta ciudad de Cuenca a las tropas islámicas, bajo la batuta de nuestro recordado Alfonso VIII, rey de Castilla.
Y así es, en menos de una semana, una festividad patronal –religiosa y ferial– nos lleva a otra, de corte popular, histórico y tradicional: San Mateo y las Vaquillas.
Y así será. Numerosos conquenses, altruistas, volverán a estar –si el tiempo no lo impide– en un proyecto que ya cumple once ediciones y que como Cuenca Histórica, pretende abrir nuestro pasado, su cultura y su riqueza patrimonial, al conquense que quiera asistir a los numerosos actos previstos, y sobre todo, refuerce un impulso más a ese turismo cultural, tan de moda, que dignifique y potencie nuestros valores.
Más de ciento diez actores y figurantes, caballos, jinetes, danzantes, bufones, zancos, músicos, recreacionistas, peñistas, niños y adultos, recorrerán la bajada de la calle de San Pedro y la subida de la calle Alfonso VIII para reencontrarse en las escaleras de la magnífica Catedral y allí pongan en valor un texto teatral en el que la historia sea fiel protagonista, mientras un mercado de corte medieval ocupará las calles, aledaños y plazas, de este Casco Antiguo que Cuenca ofrece.
Este viernes con el Pregón del Mercado y este sábado, con la puesta en escena de la Cuenca Histórica, serán punto de encuentro para todos los que quieran evocar nuestro rico pasado, en cultura, ocio, entretenimiento, poesía y música.
Con ello, la Asociación de Peñas Mateas, un servidor y el Ayuntamiento de Cuenca, queremos dejar volar la imaginación y provocar un sentimiento de recuerdo e historia.