Hace ya algún tiempo que no nos veíamos. Entendiendo por verse los cinco minutos que usted, como lector, le dedica a la columna semanal con la que este humilde director se dirige a sus lectores. Ha sido un mes de larga espera. La última vez que me dejé caer por aquí, España no había conseguido el oro olímpico en fútbol más de 30 años después, Puigdemont no había venido de fugaz escapada turística a Barcelona y el pueblo venezolano no había puesto contra las cuerdas al tirano tras unas elecciones sonrojantes. Las vacaciones tienen estas cosas, que los de La Tribuna dejamos de editar nuestra edición impresa durante tres semanas y parece que algo falta en la ciudad. No es para menos, nuestro diario 'inunda' el centro y otros tantos enclaves todas las mañanas. Casi cuatro años después de aquella arriesgada apuesta del regreso de la prensa diaria y, además, de forma gratuita, los resultados evidencian que se obró con tino.
Volvamos al presente. Intenso y frenético, a pesar de encontrarnos en plena canícula. Qué lejos quedan aquellos veranos de escasez informativa... Ahora, en un mundo tan absolutamente convulso y cambiante, los periodistas no podemos bajar la guardia ni un 19 de agosto, después de un fin de semana marcado en la inmensa mayoría de nuestros pueblos por la festividad de la Asunción de la Virgen. Aquí no se descansa. Más allá de tristes sucesos; ecos locales de noticias nacionales e internacionales; apuntes municipales en forma, fundamentalmente, de obras; y los deportes, que ya calientan motores para la nueva temporada, la agenda periodística pasa ahora, irremediablemente, por la Feria y Fiestas de San Julián.
El viernes, a estas horas, podrá leer en este diario la crónica del pregón de fiestas con el que Javier Cansado habrá hecho reír a todo el mundo. Por entonces, el descorche sanjulianero, con un gran maestro de ceremonias, abrirá diez días de intensa y variada programación. Aquí estaremos para contarle todo lo que acontezca en los parques de San Julián y Santa Ana, el recinto ferial, el estadio de La Fuensanta, La Hípica y la plaza de toros. Con especial parada en esta última. Este diario hará pormenorizado y cuidado seguimiento a la feria taurina. La razón de ser de La Tribuna es el conquensismo que nos apasiona y nos anima a ser mejores en nuestro día a día y nuestra labor como periodistas. Ese conquensismo nos obliga a darlo todo en los días centrales de las fiestas, santo y seña de la ciudad.