Abajo, en lo que ahora llamamos Ronda Oeste, se encuentra una ermita bajo la advocación de San Antonio, llamado 'El Largo'. Esta pequeña iglesia fue construida en el año 1786, siendo obispo de Cuenca don Felipe Antonio Solano y se ubicó en la vega del río Moscas cercana a la llamada Fuente del Sol. Se estableció la fecha del 13 de junio como festividad y desde ese año hasta ahora, salvo excepciones, se celebra romería, misa y procesión. Tiene hermandad encargada de su mantenimiento y culto.
Estuvo expuesta a la destrucción, como la mayoría de los edificios religiosos, durante los conflictos bélicos que tuvo que sufrir la ciudad de Cuenca, tales como la Guerra de Sucesión a la corona española, a principios del siglo XVIII, de la posterior Guerra de la Independencia (1808-1814) siendo saqueada en sus enseres y luego, en las guerras carlistas, al tener que servir de refugio durante la toma de la ciudad en julio de 1874, sin olvidarnos de la reciente y trágica Guerra Civil de 1936. Actualmente, es una de las ermitas mejor conservadas gracias al cuidado de su hermandad.
A lo largo de la historia, las diferentes ermitas que tuvo la ciudad de Cuenca, las desaparecidas y las supervivientes, fueron adaptando su utilización en función de las necesidades espirituales y la valoración del propio Obispado, vinculándolas a las diferentes parroquias de la ciudad, según se mantenía su jurisdicción eclesiástica.
En este caso, la ermita de San Antonio de Padua estuvo adscrita a la antigua parroquia de San Esteban, primeramente ubicada al lado del convento de las Madres Bernardas y después, pasando al campo de San Francisco donde actualmente se encuentra asentada. Curiosamente, y durante bastante tiempo, en ese lugar se celebraba el jubileo de la Porciúncula.
Posiblemente la devoción a San Antonio de Padua, llámese 'El Largo', 'el de Arriba' o 'el de Abajo', según sea el lugar o localidad, se refiera al mismo santo y sigue siendo una de las advocaciones más populares en el santoral rural. Su procedencia del siglo XIII y su vinculación a la Orden Franciscana sigue siendo parte de su historia.