Afrontaban el fin de semana los dos equipos conquenses más representativos, Rebi BM Cuenca y UB Conquense, con la necesidad de, por lo menos, puntuar, no perder, teniendo en cuenta los rivales con los que jugaban, que lo hacían en casa y las exigencias de sus campeonatos. Los dos cumplieron, ganaron por la mínima, pero ganaron, y se han dado un respiro de cara a la tabla clasificatoria. El sábado fue la Balompédica la que llevó la alegría a sus aficionados con la victoria, 1-0, ante el Móstoles en un día lluvioso que perjudicó al terreno de juego de césped natural. La verdad es que, cualquier incidencia, perjudica a un terreno de juego que desde hace cuatro años no echa luces, por muchos parches que le pongan. En el fondo son eso, parches que no ayudan al arraigo del césped. La conclusión se pudo ver al final del partido con las huellas dejadas por los jugadores, con surcos de hasta diez centímetros de profundidad. Jugar en esas condiciones es temerario por el grave riesgo de lesión del jugador, pero eso es algo que el Ayuntamiento de Cuenca no contempla. Todo lo contrario, cuando en agosto el césped estaba casi perfecto, volvió a montar el escenario de los conciertos por San Julián y todo se echó a perder.
No me extraña que, al término del partido, el entrenador del Conquense, Rober Gutiérrez, dijera que la victoria le había sabido a gloria sobre todo por las circunstancias que rodean al equipo en el día a día.
El domingo por la mañana, en El Sargal, jugó y ganó el Rebi Cuenca. Lo hizo ante el Helvetia Anaitasuna y también por la mínima, 31-30. Una victoria más sufrida ante un rival directo en Asobal, la máxima categoría del balonmano español. Una vez más, el equipo que entrena Lidio Jiménez puso a prueba los corazones de los aficionados porque cuando tenía ganado el partido, sus groseros errores en ataque permitieron que los pamplonicas pudieran ganar o, como mínimo empatar el partido. Al final se ganó porque a falta de 40 segundos, el portero David Mach detuvo un penalti. Más emoción, imposible.
Hablando de emociones, las hubo antes de este partido cuando los jugadores del Rebi Cuenca salieron con una camiseta en la que se leía «Ánimo presi, estamos contigo» en clara referencia al presidente del club, Isidoro Gómez, el presidente más veterano de la liga Asobal, que la pasada semana fue sometido a una intervención quirúrgica delicada, pero de la que ha salido satisfactoriamente, de lo cual todos nos alegramos. Si todo va normal, pronto lo veremos por El Sargal. Curiosamente, en ambos partidos fallaron los marcadores electrónicos. En El Sargal no sabemos por qué. En La Fuensanta, tal vez por el agua caída, pero no hay que olvidar que el marcador lo puso el Conquense porque el Ayuntamiento permitió jugar temporadas sin marcador y sigue sin ponerlo.