Es habitual que, en esta columna de opinión e información, comente el deterioro en el que se encuentran las instalaciones deportivas municipales de Cuenca. También quiero dejar claro, una vez más, que no es un hecho achacable íntegramente al actual gobierno local, aunque también tiene parte de culpa, sino por los distintos gobiernos que han estado al frente del Ayuntamiento de Cuenca en los últimos 15 años, sin ir más lejos.
Todas las instalaciones deportivas municipales en las que el uso del deporte es habitual, desde el profesional hasta las escuelas deportivas, están deterioradas. Y esto es muy grave. Campos de fútbol como los Tiradores, Obispo Laplana y Joaquín Caparrós sólo tienen dos vestuarios cuando se está entrenando y jugando de manera oficial partido tras partido. Las dos instalaciones más importantes, el polideportivo El Sargal y La Fuensanta, dan pena. El primero, construido en 1973, muestra las huellas por el paso del tiempo y lo obsoleto que ha quedado para jugar en Asobal, la máxima categoría del balonmano español, incluso ha jugado en Europa con la vista gorda de los delegados federativos. La Fuensanta es un estadio que empezó a construirse en 2011, en agosto se empezó a jugar sin estar terminado y ahí sigue. Se tardó años en poder jugar con luz, todos los bajos del estadio están vacíos, ni siquiera se construyeron los nuevos vestuarios, el cerramiento de la instalación deportiva fue una tomadura de pelo con puertas de cristal, rotas por aquellos que se llevaron las tuberías de cobre. El estadio se quedó a medias de hacer porque el Ayuntamiento de esa época dejó de pagar la parte correspondiente al convenio con el Gobierno regional en el Plan de Infraestructuras Deportivas. Así seguimos, esperando que poco a poco se vayan solucionando los problemas en las instalaciones, conscientes de que en un año no se puede arreglar todo.
Por todo ello, nos ha hecho felices la noticia de que el Ayuntamiento de nuestra ciudad vaya a cambiar la calidad de los focos de los tres campos de fútbol que más se utilizan, los mencionados Tiradores, Obispo Laplana y Joaquín Caparrós. Los focos actuales, algunos con más de 30 años de antigüedad, se van a sustituir por proyectores LED, lo que supondrá calidad en la iluminación y, además, ahorro para el Consistorio. El Ayuntamiento de Cuenca, a través del Instituto Municipal de Deportes, ha licitado esta obra que deberá ser ejecutada en 120 días.
Ya digo, es una buena noticia, pero tengo mis reservas viendo que en mayo de este año también se licitaron importantes obras de mejora, entre ellas la construcción de más vestuarios, en el Obispo Laplana y Joaquín Caparrós. Obras que fueron adjudicadas en el mes de junio por un importe de 840.000 euros, además de aprobar las obras de mejora de los accesos a El Sargal. Obras que, pasados los meses, no se han puesto en marcha, a pesar de haber sido adjudicadas. Veremos qué pasa con la nueva iluminación.