Miguel Romero

Miguel Romero


La Plaza de Ronda siempre se llena de visitantes

05/06/2024

Sin duda, este rincón de la Cuenca patrimonial es uno de los más visitados por el transeúnte foráneo que llega a Cuenca con la idea de hacer turismo, sea de ocio o cultural. Por un lado, es un descanso para quien busca las Casas Colgadas y el puente de San Pablo, al acceder desde la Plaza Mayor o bien, es una antesala para quien desea visitar el Museo de Arte Abstracto, al que muchos llaman el «más bonito pequeño museo del mundo». Desde la Plaza de Ronda la panorámica es espectacular. Observar los llamados 'rascacielos de San Martín' supone hacer un recorrido histórico por la Cuenca del Medievo, mientras descubrimos detalles de una arquitectura singular junto a una visión amplia de la naturaleza rocosa que rodea nuestra ciudad y ampliamos el horizonte hacia la dimensión de la ciudad más moderna. Esta plaza, situada tras el edificio del Museo de Cuenca, recibió el nombre de Ronda en honor de la ciudad malagueña cuando ambas quedaron hermanadas desde el año 2010.

Iniciado el expediente en 1975, necesitó de un recorrido que se culminaba con la puesta de la primera piedra de la remodelación de unos jardines en la ciudad malagueña gracias a la gestión de su alcaldesa María Marín Lara y del entonces alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido Morillo, quienes retomarían el hermanamiento rubricándolo con el nombre de Cuenca a unos jardines frente al Puente Nuevo y la titulación de este espacio en nuestra ciudad conquense.

La llamada Garganta del Tajo, junto al Puente Viejo, el puente árabe o el coso taurino de Ronda, se uniría al bonito espacio que permite ubicar el barrio de San Martín, sus rascacielos y la mirada hacia el río Huécar, en nuestra universal ciudad de Cuenca, sin olvidar que el Sagrado Corazón de Jesús observa vigilante desde el Cerro del Socorro.

Tal y como en aquellos momentos manifestase el alcalde Pulido, «tal vez fuera el arquitecto Martín de Aldehuela, el culpable de que el Puente Nuevo de Ronda y las iglesias barrocas de Cuenca sirvieran como clave de hermanamiento para la historia».