Uno de los aspectos más significativos que ha puesto de manifiesto la gestión política de la pasada DANA ha sido el incremento del hartazgo ciudadano ante las dantescas escenas que hemos tenido que sufrir protagonizadas por políticos de todo signo político que no tenían –ni tienen– ningún recato en echar balones fuera culpando al otro de su error o su inacción. Como si fuéramos tontos o como si creyesen tener el derecho a hacer su santa voluntad sintiéndose superiores por haber sido elegidos por nosotros (los mismos de los que se ríen desde sus despachos) para que gestionen lo común. El caso es que esta situación ha sacado a la luz que por un lado camina la necesidad ciudadana y, por otro, la realidad política. Aprovechando las tardes otoñales que nos regala esta Cuenca nuestra, me detuve un momento para reflexionar sobre lo contingente y lo necesario, asumiendo como propios los postulados amanecistas, que no es poco. No voy a entrar a analizar el grado de cumplimiento de la gestión de propuestas y mociones. Me quedaré en un estado anterior. En las últimas fechas varias son las noticias que afectan directamente a nuestra capital. En primer lugar, por uno de los partidos políticos representados en el Consistorio , se insta a nuestros munícipes a mejorar el lamentable estado de las ruinas arqueológicas de la plaza de Mangana. Cristales sucios, árboles en cautividad y la imposible contemplación de los restos acristalados son la tarjeta de visita de una plaza por la que transitan miles de turistas. ¿Contingente? Sí ¿Necesario? También.
Por otro lado, otra de las formaciones propone en el Congreso la mejora de los servicios en la estación de Alta Velocidad Fernando Zóbel mediante la gratuidad del parking, así como el establecimiento de lanzaderas directas a la ciudad como medida correctora de la distancia existente. ¿Contingente? Sí ¿Necesario? Por supuesto.
Próximamente, en diciembre, se inaugurará la Casa de la Igualdad, recurso que viene a paliar en la medida de lo posible la lacra de la violencia de género y puesto en marcha por el Gobierno regional. ¿Contingente? Afortunadamente ya no. ¿Necesario? Claro, ¿alguien lo duda? Y, para cerrar este círculo de lo contingente y lo necesario, el plan de mantenimiento urbano avanza de una forma inexorable hasta la finalización del mismo agotando ese millón y pico de euros que tiene presupuestado. ¿Contingente? En este caso llega tarde la pregunta, claro. ¿Necesario? Obligatorio más bien.
Lo sorprendente es que estas propuestas y proyectos que son buenas para el común de los ciudadanos conquenses en distintos aspectos han sido hechas o pilotadas por partidos políticos de signo distinto que, en esto de la política municipal, no debieran ser enemigos. Porque ¿se imaginan que nuestros munícipes nos dan ejemplo y todos estos proyectos (y más que los habrá, seguro) salen a la luz con el acuerdo de todos? ¿No sería una forma de poner en valor lo que debería ser la gestión municipal? Claro, que en ese hipotético caso alguien preguntaría aquello de «Y esto, ¿lo saben en Madrid?».