Este domingo pasado, un edificio incomparable y de maravillosa arquitectura como es la iglesia de la Virgen de la Luz en el barrio de San Antón, acogió a los sesenta cronistas de España, a los cinco cronistas de México y al resto de acompañantes que en grupo de cien han participado, exponiendo sus conferencias en el Teatro Auditorio, visitando la Catedral, el Casco Histórico, los refugios antiaéreos de Calderón de la Barca y el Museo de Arte Abstracto. El XLVII Congreso de la Real Asociación de Cronistas Oficiales de España ha tenido lugar en nuestra capital y provincia a lo largo de todo este fin de semana, y la conclusión ha sido muy positiva, valoración que han puesto sobre la mesa a las Instituciones que han arropado y colaborado a su organización, a las diferentes entidades conquenses que han atendido la llamada de su coordinador y a la vez, Cronista Oficial de esta ciudad, un servidor, quien he puesto toda mi ilusión y alma para poder llevarlo a cabo con la mayor dignidad posible que esta ciudad y sus habitantes, merecen o merecemos.
Durante la misa en la Virgen de la Luz, el párroco don Ángel dedicó unas palabras de bienvenida para los asistentes, les infundió la bendición de nuestra patrona, la Virgen de la Luz, deseando que desde esta ciudad que les ha acogido puedan tener un viaje de vuelta a sus respectivas ciudades, con éxito y felicidad.
Este magno edifico barroco, con la huella de Martín de Aldehuela, cuyo interior acoge a tantas imágenes de nuestra Semana de Pasión, y cuyas bóvedas y pechinas, magnifican las escenas de el Antiguo y Nuevo Testamento, sin olvidar ese Camarín de la Virgen, elevado, brillante y solemne, hizo de aquel instante, un episodio a recordar para todos los que hemos compartido y vivido estas jornadas científicas, culturales y turísticas.