Hemos vuelto a ser trending topic. Ya saben, el anglicismo que se usa para calificar los temas que son tendencia en las redes sociales y que están en la agenda mediática y política. De lo que más se habla, vaya... Cuenca ha vuelto a ocupar –de la mano de Soria y Teruel– ese lugar de predominancia por unas más que desafortunadas palabras. Éstas salieron de la boca de la portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Esther Peña, al comparar con un desatino supino la fiscalidad diferenciada para estas tres provincias aquejadas por el mal endémico de la despoblación con la financiación singular para Cataluña por una mera decisión política. Unas declaraciones que, por cierto, fueron refrendadas poco después por la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. Es más sonrojante si cabe que sea ella la que haga suyo este argumentario, ya que no hace ni tres años, en la reapertura del colegio de Jábaga casi 50 años después, la también ministra hizo un alegato en defensa de la escuela rural y presumió de haberse criado en un pueblo de apenas 400 habitantes de Zaragoza. Entendemos, pues, que habla con conocimiento de causa.   

Tal afrenta no tardó en ser replicada por la clase política de estos tres territorios. Los que gobiernan y los que no. En Cuenca, para más inri, se da la circunstancia de que las tres administraciones más apegadas al territorio, Ayuntamiento, Diputación y Junta de Comunidades, lucen el mismo color político que el partido que maneja el timón en el Ejecutivo nacional. Pero esto no ha sido óbice para que los principales espadas de este territorio tildaran esta comparación de «metedura de pata» o «error garrafal», entre otros calificativos. La patronal, que ha peleado lo indecible por conseguir esas ayudas para mantener empleo y población en territorios como éste, también ha pedido «rigor y seriedad» al Gobierno.

Si vamos un poco más allá, me quedo con una reflexión del presidente provincial. Da en el centro de la diana. «Donde ha invertido el Estado es en los grandes núcleos de población lo que ha ocasionado que mucha gente se vaya de nuestros medios rurales», apuntó Martínez Chana. Esa es la madre del cordero. La pequeña ayuda que reciben Cuenca, Soria y Teruel, además de venir dictaminada por Europa, es una ayuda de subsistencia después de décadas de abandono. Es un salvavidas para intentar luchar contra la extinción. Eso dista mucho de recibir una morterada de dinero fruto del egoísmo más asqueroso para ser todavía más rico. Más para mí y menos para los demás. El tiempo pone a cada uno en su lugar.