Miguel Romero

Miguel Romero


Ha pasado Reyes y ahora viene San Antón

10/01/2024

Hace ya casi un mes se inauguró el Belén de la Plaza de la Hispanidad, lo que siempre hemos llamado cariñosamente, 'plaza de los taxis', formando parte de un amplio espacio urbano, deshabitado en los siglos pasados y que como Campo de San Francisco fue registrado en muchos momentos. Allí, la Glorieta que luego diera también espacio para el palacio de la Diputación Provincial, fue centro de confluencia y como plaza de la Infanta Paz, tras inaugurarse el monumento a los soldados de África de nuestro recordado y afamado Marco Pérez, sustituía a lo que se llamase plaza del capitán Galán durante la Segunda República. Antes, siglos atrás, por allí hubo convento franciscano, ermita de la Vera Cruz, ermitas de San Roque, de San Sebastián, Concepcionistas o del Cristo, si giras hacia la puerta de Valencia.

Luego, vinieron las 'preuvas' en la Plaza de Mangana, donde multitud de jóvenes y menos jóvenes pudimos compartir campanadas previas al último día del año, en un recinto lleno de historia viva, desde el barrio judío al reconocido espacio turístico que, remozado en su plaza de la Torre de Mangana, ahora permite un paseo con vistas excepcionales hacia el río Júcar. Al lado, ese monumento a la Constitución.

Y la Navidad, la Nochevieja y el Año Nuevo han tenido su espacio y su presencia, en deseos de alegría, magníficamente representados por las luces navideñas, los árboles iluminados y, sobre todo, los belenes y su concurso –cada vez más y mejores entre domicilios particulares, cofradías y hermandades, asociaciones o colectivos de discapacidad– con premios y reconocimientos.

Y también llegaron los Reyes Magos, con su desfile anual para el regocijo de niños y mayores, sus músicas y adornos, sus regalos y carrozas, sin olvidar que entre Cuatro Caminos, Carretería y plazas de la Hispanidad y de la Constitución se desbordan entre colorido e historia.

Y después de todos estos alegres festejos marcados por el calendario litúrgico y el costumbrismo, llegará San Antón y con él, el inicio de nuevas tradiciones, milenarias en la mayoría de los casos, con bendición de animales, panecillos y esas procesiones, no solo en el barrio de San Antón, con iglesia barroca de la Virgen de la Luz, puente y río, si no en casi todos los pueblos cristianos, por ser este santo tan popular como ancestral.