Iré al grano, ya que tengo poco espacio para contarte todas las bondades del primer suplemento indispensable para tu organismo: el Omega 3. Es un ácido graso esencial y está descrito como «esencial» porque es vital para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Lo debemos aportar a través de la alimentación, porque nuestro cuerpo no es capaz de fabricarlo. El tipo de Omega 3 que nos interesa proviene de fuentes marinas, ya que contiene los ácidos EPA y DHA, que son las formas activas y más eficaces de este ácido graso. No los confundamos con el simple «aceite de pescado».
¿Dónde encontramos Omega 3 en nuestra dieta? Principalmente en alimentos como salmón, atún, caballa, anchoas, algas... Sin embargo, en la mayoría de los casos, el aporte que obtenemos de la alimentación es insuficiente, debido a que nuestra dieta tiende a ser deficitaria en este nutriente esencial, por lo que se necesita suplementar.
¿Qué beneficios aporta el Omega 3? Es un potente antiinflamatorio natural, gran protector cardiovascular, es crucial para el desarrollo cerebral en los niños, es una grasa fundamental durante el embarazo, juega un papel importante en la salud ocular, ayuda a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal…
¿Sabías que el déficit severo de Omega 3 es incompatible con la vida? Es importante que tu profesional de salud de referencia te indique la dosis adecuada para tu caso específico y te recomiende marcas de calidad libres de metales pesados.