En los últimos días, ha surgido debate sobre ¿'de quién es la embarazada'?. Como fisio y osteópata, he lanzado un curso de cuidados en el embarazo y preparación al parto, lo que ha generado inquietudes en algunos sectores, particularmente entre las matronas, quienes han interpretado esta iniciativa como una amenaza y me han acusado de intrusismo y de difundir publicidad engañosa. ¿De verdad las matronas son las únicas que se ocupan de los cuidados de la embarazada y de trabajar para llegar a ese momento crucial, el parto, en las mejores condiciones posibles? No, y lo siento si hiero el ego de algunos…
La embarazada es del odontólogo, el cual juega un papel clave en la prevención de enfermedades periodontales que pueden aumentar el riesgo de parto prematuro. La embarazada es del fisio y del osteópata que contribuyen de manera esencial en la prevención y tratamiento de dolores musculoesqueléticos frecuentes durante el embarazo, como el dolor lumbar. Estudios científicos destacan la efectividad de la fisioterapia para mejorar la calidad de vida de la embarazada y facilitar el proceso del parto.
La embarazada es del nutricionista que asegura que la mujer reciba los nutrientes esenciales para el adecuado desarrollo del bebé y su propia salud, ayudando a prevenir complicaciones como la diabetes gestacional. La embarazada es del psicólogo apoyando el bienestar emocional, trabajando en la gestión de la ansiedad, los miedos o los cambios emocionales que pueden surgir durante esta etapa.
La embarazada es del entrenador personal, y de la 'profe' de pilates, y de yoga… guiado por profesionales capacitados, ayudan a mejorar la postura, la flexibilidad y la respiración, favoreciendo una mejor preparación para el parto. Y, por supuesto, la embarazada es de la matrona y del ginecólogo. Trabajemos de verdad a favor del bienestar del paciente, sin segmentarlo… y dejémonos de tanta tontería y fanfarronería. Lejos de competir, este enfoque integral solo puede enriquecer el cuidado de la mujer en este momento tan significativo.