Por cuarto año consecutivo ha vuelto a ocurrir. El Ayuntamiento de Cuenca aprobó que se celebraran conciertos sobre el césped de La Fuensanta y, a pesar de las palabras optimistas de cuando se presentaron dichos conciertos, otra vez el terreno de juego ha sufrido daños que ya veremos si son reparables a lo largo de la temporada. De momento, durante la semana pasada se han estado reponiendo tepes en la zona más dañada, pero ahora hay que ver si 'cosen' con el césped ya sembrado y sobre todo habrá que valorar el daño sufrido por tantos espectadores de pie en el terreno de juego, saltando y arrojando desde pipas hasta coca-colas. Vamos, lo normal cuando hay conciertos con un público entregado y saltando sobre la superficie.
No sé a quien se le ocurrió en el Ayuntamiento, hace cuatro años, el llevar a cabo los conciertos por San Julián en el estadio de La Fuensanta, pero lo cierto es que desde entonces se están aprobando, a pesar de los evidentes desperfectos. Estamos esperando que alguien de ese Ayuntamiento nos diga el por qué no se hacen en la plaza de toros como era habitual.
El tema es sangrante porque resulta que el propio Ayuntamiento tiene contratada a una empresa para que cuide el césped y eso le cuesta un buen dinero. ¿Qué sentido tiene el pagar para que te mantengan en perfecto estado el césped para en cuatro días destrozarlo? Tendrían que haber visto el estado en el que se encontraba el terreno de juego cuando empezaron a montar el escenario. Estaba perfecto. Cuatro días después, para sembrar patatas. ¿Qué lógica tiene esto?
A esto hay que añadir la fecha en la que se celebran estos conciertos. Imaginemos que los hacen en julio o hasta mediados de agosto. El daño es el mismo en cuanto a la instalación, pero no tiene la misma repercusión en el ámbito deportivo porque resulta que en La Fuensanta juega la Unión Balompédica Conquense, esta temporada en Segunda RFEF, similar a la antigua Segunda B y la liga ha empezado el 1 de septiembre, justo cuando hay conciertos. El primer partido del conjunto balompédico en casa, este pasado domingo, ha habido que disputarlo en el Cristina Martínez del complejo Luis Ocaña, una instalación con un terreno de juego dedicado al rugby, con pistas de atletismo, sin iluminación, sin marcador y que no reúne las condiciones y exigencias de la Federación para esta categoría. Menos mal que la Federación le ha permitido jugar al Conquense porque, si no, tendría que haberlo hecho fuera de Cuenca. Qué bonito.
Así pues, entendemos que el Ayuntamiento ha tomado una decisión importante sin la debida meditación, sin pensar en los daños materiales en La Fuensanta y en el perjuicio deportivo que está causando a la Balompédica. Estos son los hechos, juzguen ustedes. Yo lo tengo claro, el Ayuntamiento sigue tan tozudo como irresponsable.