Desde hace años, el Ayuntamiento tiene olvidadas sus instalaciones deportivas. En general, el sentir del ciudadano es que tiene olvidadas muchas cosas, pero nosotros nos ceñimos a lo relacionado con el deporte. En ese sentido, desde que se reformó el actual estadio de La Fuensanta, una reforma inacabada, en agosto de 2011, poco o nada se ha invertido en las instalaciones deportivas, más allá de algunos arreglos obligatorios para seguir utilizando la instalación en condiciones mínimas. La Fuensanta está a medias de hacer. Su proyecto contemplaba casi cinco millones de euros y se invirtieron dos millones. Por eso falta llevar a cabo la mitad del proyecto, es decir, los vestuarios, ocupar los bajos, poner un marcador (el que hay lo ha puesto el club), cabinas para las radios y urbanizar los alrededores del estadio, entre otras cosas.
El polideportivo El Sargal no cumple con las exigencias mínimas para jugar la Liga Asobal, mucho menos para hacerlo en Europa. Sin embargo, se ha participado en ambas competiciones con autorizaciones especiales, pero llega el momento en el que el BM Ciudad Encantada ve mermadas sus fuentes de ingresos por una instalación que también necesita reparaciones. Esta temporada el club ha pagado la iluminación LED del pabellón, siendo una instalación municipal, y compró la tarima especial para jugar en Europa porque el que prometió hacerlo no ha cumplido. Unos gastos que no le corresponden pero que los ha hecho para poder participar.
Podríamos hablarles de los problemas que existen en los campos de fútbol de Obispo Laplana, Joaquín Caparrós y Tiradores, sin olvidarnos de la pista de atletismo del complejo Luis Ocaña. Aquí no se pide construir, sino mantener. Por eso, estamos muy contentos de que el Ayuntamiento haya tomado la decisión de invertir en el Obispo Laplana, coloquialmente Las Quinientas, y en el Joaquín Caparrós, antigua Bene. A principios del pasado mes de mayo se licitaron las obras a realizar por un importe de un millón de euros y el pasado 20 de junio, la Junta de Gobierno Local adjudicaba la obra por 840.000 euros.
En el Obispo Laplana está prevista la construcción de cinco vestuarios, nuevas gradas, el arreglo del muro y un nuevo cerramiento perimetral. En el Joaquín Caparrós (sin poder utilizar sus vestuarios desde enero de 2021 por las heladas debido a la borrasca Filomena) está previsto arreglar los dos vestuarios existentes y la construcción de cinco nuevos. Son dos instalaciones de uso continuado, tanto para el fútbol base como para el competitivo.
Por algún lado hay que empezar y nos alegramos mucho de que así sea, aunque quedan muchas cosas por hacer, sobre todo en El Sargal y La Fuensanta. Hay que recordar que, en mayo de 2023, hace más de un año, el Ayuntamiento anunció el proyecto de estas obras para poder licitarlas. Lo ha hecho un año después. Esperemos que dichas obras, adjudicadas, no tarden tanto en llevarse a cabo.